Este lugar es un centro de atención integral, donde residen 20 niños y niñas de 0 a 8 años de edad en riesgo social, quienes están de manera transitoria. Está ubicado en el distrito de Guadalupe de Cartago. La administración del Hogar está a cargo de las Hermanas Misioneras de la Asunción
La ceremonia fue presidia por Monseñor Javier Román, presidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Limón. Concelebrada por Mons. Mario Quirós, obispo de Cartago; niños y Hermanas de la Asunción, así como representantes de la República de Corea, de la comunidad y de la municipalidad.
Durante la homilía, Monseñor Mario habló sobre los dones recibidos y de ponerlos al servicio de Dios y del prójimo. “Los dones no son para tenerlos ahí guardados, sino que esos dones que Dios reparte a cada uno son para compartirlos”, dijo.
El obispo cartaginés destacó el esfuerzo llevado a cabo por tantos colaboradores para que esta obra continúe adelante, no solo presentes en Costa Rica sino también en Corea del Sur.
El empresario, Sung Hank Baik, envió un mensaje desde su país de origen, en el cual expresó su “más profundo agradecimiento a todos los voluntarios que han cuidado de los niños con dedicación y amor durante estos 30 años”.
La directora del Hogar, la Hermana Grace, también se mostró agradecida con el Señor y a todos los que aportan “un granito de arena”. “Cada niño que ha pasado por acá, a cada uno hemos querido regalarle un pedacito de cielo, y ellos disfrutan de estos regalos que Dios les da”, dijo.
El Hogar Baik fue fundado en 1995 por Mons. Román Arrieta, entonces Arzobispo de San José, particularmente gracias a una importante donación del empresario coreano, Sung Hank Baik, junto al apoyo de otros colaboradores.
Al final de la ceremonia eucarística, se develó una placa conmemorativa. Asimismo, se bendijo una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en una gruta dentro de las instalaciones.