El acompañamiento a los migrantes y refugiados, el Evangelio de Jesucristo nos lo presenta como un imperativo ético, que se constituye en parte fundamental de la identidad del ser cristiano, siendo múltiples y diversos los contextos de la realidad humana, que se desprende en la lectura de los Evangelios. Por ejemplo, Mateo 25, 35-46, en la parábola del “Juicio de las Naciones” al final de los tiempos, en que menciona las condiciones precarias que viven muchos hermanos nuestros y estamos llamados a atenderles y cambiarles su realidad, “…tuve hambre y me diste de comer… fui extranjero y me acogiste… Quien hizo esto con uno de mis pequeños lo hizo conmigo”.
Y el paradigma del cristiano, nos dice el papa Francisco, es la parábola del Buen Samaritano, que nos llama a no discriminar a nadie que se encuentre vulnerable en el camino, sino por el contrario “verlo, acercarse y cuidarlo”.
El reconocer que Jesús, recién nacido, fue un migrante forzado, junto con José y María cuando tuvieron que huir a Egipto, nos debe interpelar fuertemente sobre nuestro proceder de frente al drama que viven los hermanos y hermanas migrantes
¿Cómo analiza la situación migratoria actual en la región, con realidades latentes como las políticas impulsadas en Estados Unidos en este tema, incluso el papel de Costa Rica como receptor de quienes ese país ha expulsado de su territorio?
Es avergonzante e inaceptable las políticas que se han puesto en práctica por esta administración estadounidense que viola flagrantemente las convenciones sobre derechos humanos, que hasta ellos mismos han suscrito. Indigna más aún que gobiernos, como el nuestro se presten a estas acciones deplorables, situación que quedó demostrada por la resolución de la Sala IV en contra de la deportación de los 200 ciudadanos de diferentes nacionalidades, que fueron recluidos en el Centro de Atención Temporal, en Paso Canoas.
Pero además tenemos la presencia de otros flujos migratorios, uno de ellos constituido por los migrantes que vienen en retorno forzado, tras ver frustradas sus aspiraciones por alcanzar su meta de llegar a los EUA y el otro que existe históricamente de Nicaragua hacia nuestro país, que se agrava por la represión de la dictadura Ortega – Murillo y que se ha incrementado de manera importante por la expulsión de sus tierras de indígenas de la etnia misquita.
Los obispos de Centroamérica publicaron en noviembre de 2024 la Carta pastoral “Lo vio, se acercó y lo cuidó”, ¿qué riqueza extrae de ella para iluminar la marcha de este encuentro regional?
Esta carta pastoral es fruto de la experiencia pastoral de nuestra región, se redactó a partir de la reflexión y las conclusiones de las reuniones de Obispos y Agentes de Pastoral de Movilidad Humana que por más de 10 años se han venido realizando y nos presenta elementos muy importantes para responder a los desafíos pastorales que nos presenta la realidad migratoria. La carta utiliza el método ver, juzgar y actuar, por lo tanto, se realiza una lectura atenta de la realidad que en el momento de su redacción corresponde a la segunda mitad del año pasado. Tiene un segundo momento de iluminación teológica que nos da los elementos bíblicos y magisteriales, para realizar un análisis teológico de lo que está sucediendo y contar con los elementos necesarios para iluminar la realidad. Así mismo, en el último capítulo, nos permite contar con una serie de elementos claves que determinan la acción pastoral a seguir para responder a los desafíos existentes.
En la XII Reunión Regional de Obispos y Agentes de Pastoral de Movilidad Humana, la carta pastoral regional será un referente fundamental para responder a los desafíos que nos plantean la relectura, de la realidad migratoria.
¿Qué refleja y por qué es importante la presencia en la reunión del Cardenal Fabio Baggio, del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, así como del Cardenal Álvaro Ramazzini, presidente de la Red CLAMOR?
La presencia de los señores cardenales, viene a representar una valoración muy positiva del esfuerzo regional que estamos realizando, por parte de entidades pastorales de orden continental, como es el caso del Card. Ramazzini presidente de la red Clamor y a nivel de la Iglesia Universal con la presencia del Card. Fabio Baggio autoridad del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Pero, además, viene a poner en práctica la experiencia sinodal que debe estar presente en el devenir pastoral de la Iglesia, que no solo se expresa en la solidaridad a los esfuerzos locales y regionales, mediante la presencia, sino también con la participación activa en la generación de reflexión y la búsqueda en conjunto de propuestas pastorales para responder a los desafíos que la realidad plantea.
¿Podría por favor explicarnos el trabajo del Observatorio Socio Pastoral de Movilidad Humana (OSMECA) que usted dirige y cómo ha impactado la vida de los migrantes en la región?
Los espacios de diálogo y coordinación eclesial en nuestra región, ya tienen más de una década de funcionar, uno de los frutos ha sido contar con un equipo interdisciplinar para el análisis y la búsqueda de propuestas pastorales para responder al desafío del fenómeno humano de la migración, valiéndonos de la investigación científica y la experiencia acuñada para generar insumos e iniciativas pastorales que se puedan implementar en nuestras iglesias locales.
Esta instancia de carácter pastoral es el Observatorio Socio-Pastoral de Movilidad Humana de Mesoamérica y el Caribe, al que conocemos con el nombre de OSMECA. Está constituido por especialistas en pastoral de movilidad humana, representantes de los secretariados de la pastoral de movilidad humana de las conferencias episcopales de México, Centroamérica y Rep. Dominicana, así como, de investigadores en sociología, relaciones internacionales, teología pastoral, doctrina social de la Iglesia y psicología social.
El trabajo de OSMECA, se ve reflejado en incidencia a nivel intraeclesial para la sensibilización de las conferencias episcopales, se logró que en los últimos dos años en la Asamblea del Secretariado de Episcopal de América Central, órgano colegiado que aglutina a todos los obispos de Centroamérica, el tema sobre migración ocupe un lugar prioritario en la agenda del evento, logrando contar con el apoyo de la Asamblea en pleno para el respaldo de la Carta Pastoral.
Otra de las acciones que han surgido del trabajo de OSMECA, ha sido el acompañamiento técnico y la producción de los instrumentos con que se desarrollan las Reuniones Regionales de Obispos y Agentes de Pastoral de Movilidad Humana.
Pero además hemos sido los responsables de producir los informes sobre prácticas pastorales que realizan las organizaciones pastorales en nuestra región (México, Centroamérica y el Caribe), que se publican en el sitio web del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Los que nos ha facultado para presentar y desarrollar una iniciativa para fortalecer el trabajo de los agentes de pastoral, a partir de la gestión del conocimiento que han adquirido en el desarrollo de la atención a la población migrante, proceso de formación que llamamos COPAMI.
En este momento, a solicitud del Centro de Gestión de Conocimiento del CELAM, estamos llevando adelante una investigación, con la que pretendemos determinar el impacto que ha tenido en el desempeño pastoral de las organizaciones católicas en la Mesoamérica, las nuevas políticas migratorias implementadas por la administración Trump en los Estados Unidos de América.
En términos generales, ¿cuál es el auxilio concreto que la Iglesia Católica presta a los hermanos migrantes en la región?, ¿podría darnos algunos ejemplos de acciones que estén en marcha en este momento?
Las acciones pastorales de la Iglesia católica van desde la asistencia humanitaria, en las acciones más básicas como: alojamiento, alimentación, vestido, asistencia médica; así como la asistencia jurídica para la defensa de sus derechos fundamentales y según los protocolos de los convenios para alcanzar el status de protección internacional; además, el acompañamiento psico-social y el auxilio espiritual.
También se han planteado iniciativas para promover emprendimientos o capacitar para que puedan desempeñar algunos trabajos en particular.
De la pastoral con migrantes, se desprenda la pastoral multicultural, con la que se pretende que sin perder sus raíces culturales se integran a la vida de las parroquias en que se encuentran.