El Día Nacional de la Juventud no es simplemente una fecha del calendario es un recordatorio de que los jóvenes son llamados a ser líderes de cambio en sus comunidades. “La Pastoral Juvenil no solo les enseña a recibir la fe, sino a vivirla y compartirla con los demás. Les anima a ser agentes de transformación en su entorno, llevando la luz del Evangelio a sus amigos, sus familias, sus colegios y en todos los lugares donde interactúan”, agregó Pablo Rodríguez.
Continúa el explicando el delegado joven que en este día, “también se celebra el valor y la fuerza de la juventud como un motor de renovación dentro de la Iglesia”.
“Los jóvenes, con su energía, su pasión y su creatividad, son el corazón de la acción pastoral. Este día es un espacio para celebrar sus sueños, sus desafíos y sus logros, y para renovar el compromiso de caminar juntos como Iglesia, trabajando en comunidad y siendo un testimonio de amor y fraternidad”.
Igualmente, este día es un afirmar la construcción de la civilización del del amor. “Es un momento para animarlos a seguir soñando y luchando por un mundo más justo, más lleno de esperanza y de amor, confiando en que Dios camina con ellos en cada paso”, dijo.
“Sé que muchos están en una búsqueda constante, buscando respuestas, sentido y dirección para sus vidas. A veces la vida puede parecer confusa, llena de ruidos, presiones y expectativas. Cristo llama de distintas maneras, aun con las dudas, las inquietudes y las heridas que puedan tener los muchachos, Dios nos invita a experimentar un amor incondicional con el Señor”, concluyó.
“Quiero recordarles que se trata de una relación viva con Alguien que está dispuesto a caminar junto a ustedes en cada paso del camino. Cristo te invita a descubrir que la verdadera libertad y la verdadera felicidad no están en lo que el mundo te promete, sino en una vida vivida en su amor. A veces, lo que necesitamos es dar un paso de confianza, abrir nuestro corazón y escuchar su voz, que siempre está disponible para ti”, motivó.
“No tienes que ser perfecto ni tener todas las respuestas ahora mismo. Solo tienes que dar un paso, un pequeño paso, hacia Él. Cristo te espera con brazos abiertos, dispuesto a acompañarte en tu camino y a revelarte un amor que no se compara con nada más en este mundo.Tengan valor y déjense sorprender por el amor de Cristo. Él tiene algo increíble para cada uno de ustedes, algo que solo se puede descubrir cuando nos atrevemos a dar ese primer paso hacia Él”, concluyó.