Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP nació en São Paulo, Brasil, el 15 de agosto de 1939. Fue discípulo e intérprete del pensamiento y la obra del Dr. Plinio Corrêa de Oliveira, cumplió los deseos anhelados por su maestro e inspirador fundando la Asociación Privada Internacional de Fieles Heraldos del Evangelio, aprobada en 2001 por el Papa Juan Pablo II, y las Sociedades de Vida Apostólica Virgo Flos Carmeli y Regina Virginum, aprobadas por el Papa Benedicto XVI en 2009.
Estudió Derecho en la Facultad del Largo São Francisco (São Paulo), se doctoró en Teología y Derecho Canónico, escribió veintisiete obras —varias de las cuales han sido traducidas a siete idiomas y algunas con una tirada de más de dos millones de ejemplares—, impulsó la construcción de iglesias en Brasil y en otros países de América, Europa y África, y dirigió personalmente las instituciones que fundó, que hoy desarrollan sus actividades en más de setenta países, con millones de miembros y seguidores, entre sacerdotes, hermanos y hermanas asociados, cooperadores o participantes solidarios.
Los millones de miembros y seguidores de los Heraldos —sacerdotes, hermanos y hermanas asociados, miembros cooperadores o participantes solidarios— están hoy activos en más de setenta países, llevando a cabo muy diversas obras sociales y evangelizadoras, siguiendo los caminos trazados por su fundador.
En el plano espiritual, Mons. João difundió la devoción a la Santísima Virgen mediante ceremonias de consagración a Ella, según el método de la esclavitud de amor que enseña San Luis María Grignion de Montfort, llegando indirectamente a casi tres millones de eles en 178 países.
También instituyó y fomentó la Adoración Perpetua al Santísimo Sacramento en las casas principales de las instituciones que fundó.
En 2008, tres años después de su ordenación sacerdotal, Benedicto XVI lo nombró Protonotario Apostólico y Canónigo Honorario de la Basílica Papal de Santa María la Mayor de Roma. Ha recibido diversas condecoraciones y honores en Brasil y en el extranjero, incluida la Medalla Pro Ecclesia et Pontice por su dedicación en favor de la Santa Iglesia y del Sumo Pontífice.
En 2009 publicó el opúsculo titulado Con motivo del Año Sacerdotal, sugerencias de los Heraldos del Evangelio a la Congregación para el Clero, escrito a petición del entonces prefecto de esta Congregación, y en 2010 el ensayo La Iglesia es inmaculada e indefectible, en el que denuncia las causas profundas de los abusos cometidos contra menores o personas vulnerables.