El sacerdote encargado de tan magna celebración fue el Padre José Manuel Coto, quien logró conjuntar voluntades y afectos para llevar a cabo una actividad con gran lucidez. “Nuestra enhorabuena a ese cristiano pueblo y al señor cura encargado”, desea el redactor de la época, acompañando su texto con una serie de imágenes sobre la procesión eucarística, los arcos preparados especialmente para ese día, así como los sacerdotes y la enorme cantidad de laicos presentes.
Destacables las imágenes de quienes portaron con solemnidad el Santísimo Sacramento, junto a las banderas de Costa Rica y de la Santa Sede, como los niños y niñas vestidos de ángeles y las hermosas alfombras que desde muchas horas antes los devotos vecinos prepararon con esmero utilizando diversos productos naturales.