Anthony Hopkins, ganador de dos Premios Oscar y uno de los actores más distinguidos del mundo, reconoció que fue diagnosticado con Trastorno de Espectro Autista (TEA)
Según explica MSc. Alejandra Araya Mora, psicopedagoga, el TEA es un conjunto de alteraciones neurológicas que afecta el neurodesarrollo de la persona, con una fuerte base genética.
La especialista agrega que eso influye principalmente en la interacción social, la comunicación (verbal y no verbal), la falta de flexibilidad en el pensamiento y comportamiento, restricción de intereses y comportamientos repetitivos.
También se encuentran dificultades en el desarrollo de habilidades motrices (finas y gruesas), del lenguaje y respuesta inusual a los estímulos sensoriales del ambiente.
De acuerdo con Araya, el grado de gravedad dependerá de las áreas de afectación que presente la persona, esto varía de un individuo a otro. Es por este motivo que, a pesar de las clasificaciones que presenta el trastorno, ningún individuo con el diagnóstico es igual a otro, de ahí que se utilice el término “espectro”.
Para la psicopedagoga es importante aclarar que el TEA no es una enfermedad, por lo tanto no tiene cura. Es un trastorno crónico que requiere de acompañamiento, para que la persona logre adaptarse a las diferentes etapas de su vida.
Como se mencionó, las personas con este trastorno presentan en común dificultades para la interacción social. Un rasgo usual es la dificultad para comprender ironías o dobles sentidos. Por ejemplo, una situación podría ser cuando un adulto dice a un niño con TEA: “¿Te ha comido la lengua el ratón?”, el pequeño quizá se pregunté por qué motivo un ratón le comería la lengua.
También suelen mostrar ciertos inconvenientes para interpretar emociones y sentimientos, tanto propios como ajenos. A modo de ilustración, podrían ver a alguien a punto de llorar con los labios arqueados hacia abajo, con los ojos vidriosos y no darse cuenta que esa persona está triste. Por situaciones así, en ocasiones pueden ser percibidos como poco empáticos.
Las personas con TEA se conocen por ser directas, decir lo que piensan sin ningún tipo de filtro. Por otro lado, su honestidad y su fuerte sentido de la justicia llegan a ser muy valorados.
Se caracterizan además por ser extremadamente ordenados, clasificar cosas, tener mucha disciplina y poseer una gran concentración en tareas específicas, entre otras cualidades.
Todo esto no quiere decir que las personas con TEA no puedan llegar a interpretar frases sarcásticas o gestos de alegría o tristeza. Eventualmente, pueden desarrollar estas y otras habilidades sociales y comunicativas.
Esta es una de las razones por las que un diagnóstico temprano y preciso es esencial. Araya aclara que un buen diagnóstico debe realizarse de manera interdisciplinaria y debe ser confirmado por un médico especialista en neurodesarrollo.
Asperger y autismo
Anteriormente, algunas personas eran englobadas dentro de lo que se conocía como Síndrome de Asperger; sin embargo, ya no se le llama así. Actualmente, ese tipo de casos se tratan como parte del Trastorno del Espectro Autista.
Hoy los procesos diagnósticos se determinan de acuerdo a tres grados de autismo: Grado 1 (autismo leve o de alto funcionamiento), Grado 2 (autismo de severidad intermedia o moderado), Grado 3 (autismo severo). Estos grados van relacionados al nivel de compromiso en la comunicación verbal y no verbal, así como de los apoyos que la persona requiera.
Se dice que las personas con TEA poseen una capacidad intelectual media e incluso superior al promedio de la población. Asimismo, de acuerdo con varios estudios, es más común en hombres que en mujeres.
A veces, el autismo es difícil de identificar. Solo se puede diagnosticar conductualmente, es decir, a través de la observación de los patrones de comportamiento de la persona y su historial de vida e interacción con el entorno.
Recibir un diagnóstico temprano es importante, para que las personas puedan acceder cuanto antes a apoyos y servicios especializados.
Usted puede pedir una cita con una psicopedagoga como Alejandra Araya, cuyos números de teléfono son: 2259-5980, 8887-1460 y 8822-6598.
Características de las personas con TEA
A continuación, se brindan algunos rasgos usuales que podrían presentar las personas con TEA.
Sinceridad y habilidades en áreas específicas: A pesar de que podrían parecer poco empáticos en ciertas situaciones, las personas con Síndrome de TEA suelen ser honestas y sinceras con los demás, algo que es muy valorado. Asimismo, suelen presentar habilidades extraordinarias en diferentes áreas, como las matemáticas, la música y el arte, entre otras.
Dificultades de interacción social: Problemas para entender y responder a las señales sociales, como expresiones faciales y tonos de voz. Por ejemplo, no comprender cuando alguien está enojado, interrumpir o hablar de sus intereses en momentos inapropiados.
Dificultades para comprender mensajes: A menudo tienen problemas para entender el sarcasmo, la ironía o los mensajes entre líneas. Por ejemplo, alguien dice: “Caminas tan lento como una tortuga”, un niño con TEA puede responder: “No, yo puedo caminar más rápido que las tortugas, ellas caminan mucho más despacio”.
Intereses particulares: Pueden aficionarse de manera muy profunda a un tema en particular. Por ejemplo: A los dinosaurios y saber de todo acerca de ellos.
Ordenados y estructurados: Suelen ser muy ordenados, tener rutinas estrictas y una vida estructurada, por lo tanto, pueden tener dificultades para enfrentar el cambio o situaciones nuevas. Por ejemplo, un cambio de horario en la escuela podría convertirse en todo un desafío.
Cumplimiento de reglas establecidas: Cumplen las reglas establecidas y esperan que los demás también lo hagan. Por ejemplo, si alguien pone los codos sobre la mesa, es posible que una persona con TEA le llame la atención.
