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Sacerdote y tenor Carlos Arguedas: “El que canta ora dos veces”

By Agosto 28, 2023
El Padre Carlos Arguedas fue ordenado el 1 de noviembre del 2003, es decir, este año cumple 20 años de ejercer el ministerio. El Padre Carlos Arguedas fue ordenado el 1 de noviembre del 2003, es decir, este año cumple 20 años de ejercer el ministerio.

Durante una presentación de canto lírico en la Parroquia Inmaculada Concepción en Heredia, con su potente voz de tenor, el Padre Carlos Arguedas canta Panis Angelicus, de pie, frente al altar, acompañado únicamente de las notas del órgano. Los presentes guardan silencio y se deleitan con esta música bella y solemne.

Especialista en Derecho Canónico y colaborador del Tribunal Eclesiástico de la Conferencia Episcopal, este sacerdote descubrió que tenía un don especial, tras haber sido contagiado de Covid-19 y quedar con serias secuelas.

Precisamente, cuando servía como párroco en Santa Gertrudis, en Grecia, adquirió el coronavirus al inicio de la pandemia. Pasaron las semanas, el virus salió de su cuerpo, pero aún tenía dolor corporal, cansancio y problemas visuales.

Pasado un mes no podía levantarse de la cama. Tuvo que dejar su servicio como párroco y pidió ser trasladado a la Catedral de Alajuela para iniciar un tratamiento médico.

El diagnóstico arrojaba una inflamación en la columna vertebral, lo que dio paso a una enfermedad reumatológica de por vida. Asimismo, muestra una inflamación en la úvea de los ojos, entre otros problemas.

Fue tal el impacto que tuvo la Covid-19 en su organismo que causó un daño a nivel cerebral, esto provocó que perdiera algunas facultades de concentración y de memoria. Por ejemplo, por momentos puede olvidar el nombre de un compañero con el que ha compartido durante años o perder el hilo en una conversación.

El Padre explica que ha asumido su nueva condición. Admite que tuvo que cambiar su estilo de vida. Pasó de hacer múltiples tareas a concentrarse en unas cuantas.

A pesar de todo, decidió ver esto como una oportunidad. “No me quejo, le digo bendita enfermedad. He pasado siendo Marta, ahora me toca ser María. Pienso que me toca dedicarme más a la oración, al silencio”, declaró a Eco Católico.

El sacerdote tenor

El Padre Carlos recuerda que desde pequeño el canto siempre estuvo en su hogar. De niño, escuchaba la voz de su mamá que sobresalía en la Santa Misa a la hora de entonar el Gloria o, en la casa, cuando sintonizaban en la Radio un programa llamado La Hora de Gardel y ella tarareaba esos tangos maravillosos.

Tanto él como su hermano cantaban en los actos cívicos de la escuela. Después de recibir la Confirmación, el joven Carlos comenzó a servir en la parroquia y, cuando no había coro, asumía la animación de la Santa Misa. No obstante, en aquel tiempo no contaba con recursos para pagar unas clases de canto y tampoco había maestros cerca.

Tiempo después entró al Seminario y la música siguió presente en su formación. Se incorporó al coro de seminaristas e incluso obtuvo el segundo lugar en un festival de la canción que se organizó en esta casa de enseñanza.

Entre sus recuerdos, menciona que su compañero Francisco Morales, actual sacerdote encargado del Departamento de Liturgia de la Arquidiócesis de San José, tocaba el órgano. Junto a él aprendió mucho. Como dato curioso, en la época del Seminario cantó con sus compañeros en una Santa Misa que se celebró a medianoche el 2 de agosto, en la Basílica.

Hace varios años fue enviado a Roma, donde sacó su licenciatura en Derecho Canónico por la Universidad Gregoriana y también obtuvo una especialidad en Jurisprudencia. El tiempo pasó, el sacerdote pasaba muy activo entre sus labores como párroco y en el Tribunal Eclesiástico. Hasta que sobrevino el contagio de Covid-19 y tuvo que hacer cambios en su vida.

Un día, mientras oficiaba un funeral, empezó a cantar las oraciones y de repente el pianista lo comenzó a acompañar. Casualmente, en esa ceremonia estaba como animador del canto el reconocido tenor costarricense Joaquín Yglesias.

Al final de las exequias, tanto Joaquín como el pianista se acercaron al sacerdote y lo felicitaron por su manera de cantar, igualmente lo motivaron a llevar clases de canto lírico. “Usted tiene un don, debería sacarle más provecho”, le dijeron. Unos días después estaba en contacto con el primer profesor de canto de Yglesias, don Danilo Chaves, en Heredia.

A sus 43 años, el Padre Carlos pensó que siempre es bueno aprender algo nuevo y, además, podía ser algo terapéutico. “Cuando uno canta es como un masaje cardíaco”, afirma. Después de todo, ahora tenía un poco más de tiempo.

Así fue como desde hace dos años entró a clases de canto lírico e incluso ha realizado presentaciones donde se puede apreciar la potencia de su voz, gracias la técnica adquirida.

El sacerdote señala que aun le falta mucho por aprender. Por otro lado, menciona que cantar es una forma de evangelización. “San Agustín decía que quien canta ora dos veces”, exclama y agrega que: “No puede haber oración sin canto”.

Teniendo en cuenta todo lo que pasó con la enfermedad, no es necesario explicar por qué la primera pieza que escogió en sus clases fue una titulada “Rise me up” (“Tú me levantas”).

 

Last modified on Lunes, 28 Agosto 2023 14:28
Danny Solano Gómez

Periodista, licenciado en Producción de Medios, especializado en temas de fe católica, trabaja en el Eco Católico desde el año 2009.

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