A los pies de la imagen de Nuestra Señora de Fátima, en la capilla de las Apariciones, en Portugal, el obispo de Tilarán-Liberia, Mons. Manuel Eugenio Salazar, tuvo un gesto de cercanía con el pueblo nicaragüense y particularmente con Mons. Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, quien permanece en prisión a causa de la persecución religiosa en Nicaragua.
Mons. Salazar visitó Portugal con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), celebrada en Lisboa, capital de ese país, así que aprovechó para ir al Santuario de Fátima. Allí colocó una fotografía de su hermano en el episcopado, junto a una bandera de Nicaragua.
La Capilla de las Apariciones es el lugar donde los pastorcillos (Lucía dos Santos, Francisco y Jacinta Marto) vieron y escucharon a la Virgen de Fátima.
Mons. Rolando Álvarez, destacó por su valentía y su crítica frente a la dictadura de Daniel Ortega. Por esto, fue condenado por el régimen orteguista a 26 años de cárcel por ser “autor de los delitos de menoscabo a la integridad nacional, propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación, obstrucción de las funciones, agravada desobediencia o desacata a la autoridad”. Además, se le despojó de su nacionalidad.