A lo porteño. Este año en la ceremonia de Vestición de la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles se escogerá un vestidito proveniente de la Diócesis de Puntarenas, esto con motivo del 25 aniversario de esa iglesia particular ubicada en el pacífico del país.
Así las cosas, la Curia puntarenense recibirá vestidos hasta el 15 de julio. Estos serán enviados al Santuario Nacional en Cartago y allí se hará una selección, el 1 de agosto, durante la Misa Vestición se escogerá el vestido definitivo que portará La Negrita durante un año.
La convocatoria es abierta, puede participar cualquier persona de las parroquias del territorio diocesano. Los participantes tienen total libertad creativa, únicamente se les solicita que incluyan el logo del 25 aniversario de la Diócesis de Puntarenas.
Mons. Óscar Fernández, obispo de Puntarenas, expresó su agradecimiento al obispo de Cartago, Mons. Mario Quirós; al rector de la Basílica Nuestra Señora de los Ángeles, Miguel Adrián Rivera; y todas las personas encargadas de la organización del 2 de agosto.
“Ya varias personas nos han entregado vestidos y vienen otros en camino. Esto nos proporciona satisfacción. Nos sentimos muy alegres de saber que el 1 de agosto se vestirá la imagen de la Virgen con un vestido fabricado por manos puntarenenses”, comentó Mons. Fernández.
25 años de remar
La Diócesis de Puntarenas fue creada el 17 de abril de 1998 por San Juan Pablo II en la Bula “Sacrorum Antistites”, se ordenó a Mons. Hugo Barrantes como primer obispo diocesano y la Catedral está dedicada al Sagrado Corazón de Jesús. Para celebrar su 25 aniversario de erección, esta iglesia particular inició el pasado 17 de abril un Año Jubilar.
El padre Luis Carlos Aguilar, vicario general de la diócesis, comentó a Eco Católico que “(este aniversario) nos pone los pies sobre la tierra para replantear cuál debe ser la Iglesia que necesita Puntarenas. Esto implica una mirada hacia adentro de la Iglesia, de sinodalidad, de restaurar, reconocer y reconocernos como una Iglesia con una identidad propia. Los laicos quieren una iglesia inclusiva, alegre, cercana, que no juzgue, una iglesia al estilo Francisco”.
