Un día antes de la fecha límite para entregar el vestido, Keylin Villalobos no había armado las piezas del traje, estuvo a punto de llorar al ver que todo el esfuerzo no iba a servir de nada. Se puso en oración y con ayuda de una costurera, Celia Chaves, logró terminarlo a tiempo.
La invitación es para todas aquellas personas que utilizan silla de ruedas y desean peregrinar hasta la Basílica Nuestra Señora de los Ángeles, en Cartago.