Al inicio del funeral, durante la procesión de entrada, la familia de sangre entró con el féretro al templo. Luego ingresó el grupo de vírgenes consagradas, quienes llevaban entre sus manos unas lamparitas, estas simbolizan la espera atenta de la llegada del esposo, Jesucristo.
Durante toda la ceremonia, la lámpara de Sandra Marín Blanco permaneció encendida. Ella era integrante del Ordo Virginium. Falleció el pasado 5 de junio a causa de una enfermedad. Sus exequias se llevaron a cabo al día siguiente en el templo de la Cima de Dota, comunidad donde ella residía.
“Sandra se ha convertido en la primera virgen consagrada de Costa Rica en llegar al Cielo y nos llena de gozo que sea ella, una mujer tan buena, amorosa y noble. Ella se nos va al Cielo en el mes del corazón de Jesús, que es el claustro donde vivimos las vírgenes en el mundo y que es ahora su única morada perpetua”, expresó Lisandra Chaves, compañera del Ordo Virginium y amiga cercana.
Sandra se consagró en el Orden de las Vírgenes Consagradas de la Diócesis de San Isidro el 23 de julio del 2022. Destacó como consejera, ministra de la Comunión, catequista y miembro del Consejo Pastoral. “Tenía gran amor por los enfermos y por llevarles la Comunión”, recordó Lisandra.
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