El Oratorio Sor María Romero inició en 2020, sin embargo, debido a la pandemia estuvo detenido y abrió nuevamente el 31 de enero de 2021.
Marcia Martínez Rivas, virgen consagrada y colaboradora con el Oratorio, contó que decidieron emprender esta obra debido a que notaron la necesidad de un espacio así para los chicos, sobre todo, como respuesta a la poca interacción que habían tenido por la pandemia y a las normas de distanciamiento social.
En coordinación con el cura párroco de entonces, Pbro. Adrián Barrantes, comenzaron con juegos unas dos horas los sábados en las mañanas; sin embargo, los chicos la pasaban bien y pedían pasar un rato más, así que poco a poco ampliaron el tiempo y las actividades. Martínez destaca que le preguntaron a los niños y jóvenes qué les gustaría hacer, ellos pidieron baile, teatro y música. “Son chicos con mucho talento pero la situación económica provoca estas carencias”, comentó Marcia.
Hubo también que pensar en la alimentación de los chicos, para lo cual también se cuenta con voluntarios. También se imparten catequesis. Por otro lado, mientras los padres de familia esperan a los niños, pueden participar de un taller de tejido y costura, así como de manualidades.
Xinia Martínez, voluntaria, imparte clases de matemáticas y colabora con las clases de guitarra, comentó que durante las actividades los jóvenes le cuentan sobre situaciones difíciles que viven. “Uno los escucha y les da la atención que quizá no reciben”, detalló.
Asimismo, señala que el Oratorio es algo que la comunidad necesita y ve esto como algo positivo “en medio del caos que viven”.
Para Xinia es una satisfacción cuando los muchachos que tenían problemas en matemáticas mejoran sus calificaciones. “Los que necesitaban apoyo respondieron, me parece que a la gran mayoría le fue muy bien”, dijo contenta.