Pasó de ser una chica muy tímida a convertirse en una líder de grupo. María Jesús Bogantes Morales, al igual que ocurre con otros muchachos, pudo desarrollar habilidades y descubrir dones gracias a la Pastoral Juvenil (PJ).
Esta joven vecina de Paraíso, Cartago, tiene 25 años, es licenciada en Psicología y trabaja en el Asilo de la Vejez en Cartago. Cuenta su experiencia en PJ y califica su ingreso como una de las mejores decisiones de su vida.
Aquella chica tímida, entonces de 14 años, jamás se imaginó lo que Dios tenía para ella. Ha sido coordinadora de la Pastoral Juvenil y Prejuvenil Angelus, estuvo en la Comisión Diocesana de Pastoral Juvenil, fue catequista y ahora sirve en la Comisión Diocesana de Pastoral Vocacional.
“La experiencia es inigualable, ingresar a PJ me ha ayudado en todos los ámbitos, aprendí a tener más confianza en mí, mi relación con Dios se fortaleció, conocí grandes personas las cuales el día de hoy, 10 años después, continúo llamando amigos”, aseguró María Jesús.
Además, a través de las obras de caridad y servicio que realizaba el grupo, dice que su corazón se sensibilizó más. “En ese momento entendí lo que mi papá y mamá siempre me decían, en el prójimo está Dios, empecé a ver como ellos ven, a sentir como ellos sienten, mi perspectiva cambió”, reflexionó.
Y agregó: “Al día de hoy, en mi trabajo, veo con ojos de amor al prójimo y día a día veo al Señor en cada uno de las personas adultas mayores con las que trabajo y me siento muy amada por Dios”.
María Jesús dice que su motivación para participar de PJ tiene mucho que ver con la idea de convertirse en un instrumento de Dios, que a través de sus fragilidades y dones, puede ayudar a otras personas a conocer y amar al Señor, amarse a sí mismos y amar al prójimo.
“El camino hacia la santidad es un camino lleno de obstáculos, si encontramos personas que nos acompañen podremos sobrellevarlo. Así como muchas personas han sido y son luz en mi camino, me gusta pensar que yo puedo serlo en la vida de los demás”, expresó.
María Jesús asegura que ha vivido momentos muy bellos en PJ, recuerda las actividades de la parroquia, momentos de Adoración Eucarística, convivios, retiros, participar en Teletón, actos de caridad, misiones en Semana Santa, el Jubileo Juvenil, los días nacionales de la juventud, la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ)…
Particularmente, contó sobre una vez que quería ir a un concierto de Martín Valverde, pero la fecha coincidía con un retiro, en el que ella también quería servir. Un amigo le aconsejó: “Mari debes ir al lugar donde vayas a amar más”.
Después de analizarlo bastante, María Jesús tomó la decisión de asistir al retiro. “No solo amé más, sino que me sentí tan pero tan amada, fue algo inexplicable, mi corazón estaba lleno de amor y gozo en el Señor, lloré tanto de felicidad que después no podía detenerme, pero me sentí realmente amada por Dios y nuestra Madre María”, dijo.
Recuerda un momento difícil en su trayectoria por la Pastoral Juvenil, cuando el grupo al que pertenecía estaba “decayendo”, a ella le preocupaba que hubiese menos participantes. “Un día en dirección Espiritual el Padre me decía: “Hija ¿Qué te preocupa? La obra es de Dios y si Dios quiere se va a mantener”. En ese momento entendí que estaba luchando con mis fuerzas y por eso las cosas no salían, al confiarle todo a Dios las cosas empezaron a tener un mejor rumbo”.
María Jesús también habló sobre la JMJ en Panamá, celebrada en 2019. Recordó con entusiasmo la llegada del Papa Francisco al país y la algarabía “¡Fue impresionante!”.
“En la Vigilia del sábado, nos desprendimos de nuestras comodidades para vivir ese encuentro real con el Señor. Fue emocionante y conmovedor, escuchar cantantes católicos internacionales y nacionales, mientras estaba el Santísimo Expuesto, fue impactante. Todas las caminadas, el calor, el cansancio, todo valió la pena, ver a tantos ticos en Panamá ¡Chivísima!”, comentó.
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