“De ninguna manera podemos andar en ambigüedades, sí que debemos ser intolerantes ante la mentira y la oscuridad, pero ante quienes están sumidos en la confusión tengamos compasión guiándolos con ternura hacia la plena luz, que es Jesucristo el Señor”.
Mons. José Rafael Quirós
Arzobispo de San José
“De nuestros labios no puede salir otra palabra que no esa Buena Noticia que nos habla de salvación y vida eterna. Es Dios quien nos ha elegido para hacer resonar su voz en medio del mundo, anunciando y realizando su bondad y misericordia infinita, razón por la cual no se puede sustituir este Mensaje por alguna ocurrencia, o pretendiendo ser populares repetir lo que el mundo hoy proclama”.
Así se dirigió Mons. José Rafael Quirós, Arzobispo de San José, al clero arquidiocesano, durante la celebración de la Santa Misa Crismal, celebrada de manera extraordinaria y bajo estrictas medidas sanitarias el sábado 30 de mayo, en la Catedral Metropolitana.
La celebración no se llevó a cabo durante la Semana Santa como se acostumbra debido a la situación de emergencia generada por la pandemia del Covid-19.
“No podemos andar con ambigüedades”
Monseñor pidió a los sacerdotes continuar llevando consuelo y misericordia, sobre todo a los más necesitados, en medio de la crisis que vive el país, así como a llevar la luz de Cristo en medio de la oscuridad.
“La tragedia del mundo está en que “vino la luz al mundo, pero los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas.” (Jn. 3, 19) Creo que nunca podemos permitir que se apague esa Luz, somos los primeros llamados en poner todo nuestro empeño porque resplandezca la luz de la Verdad”, dijo el Arzobispo durante su homilía.
Y agregó: “De ninguna manera podemos andar en ambigüedades, sí que debemos ser intolerantes ante la mentira y la oscuridad, pero ante quienes están sumidos en la confusión tengamos compasión guiándolos con ternura hacia la plena luz, que es Jesucristo el Señor”.
Por esa razón -expuso- “no podemos dejar de anunciar la buena noticia del matrimonio entre un hombre y una mujer, y la familia en él fundada. Ninguna ideología sustituye el Mensaje de Jesús”.
Asimismo, expresó que es importante no dejarse amedrentar por quienes tachan a la Iglesia de intolerante por manifestar sus convicciones. “En un país de derecho, en el ejercicio del derecho a la libertad religiosa podemos manifestar y enseñar a nuestros fieles conforme al Magisterio y dato revelado”, detalló.
Y añadió: “Prosigamos nuestra misión de regalar la luz a quienes hoy están ciegos, que puedan ver con claridad lo maravilloso de la propuesta que a todos nos hace el Señor”.
Cultivar la espiritualidad
En otra línea, el Arzobispo habló sobre cultivar la espiritualidad que, si bien se explicita y fundamenta en la caridad pastoral, tampoco margina los momentos de oración personal e intimidad con el Señor, así como la lectura y meditación de la Palabra de Dios.
De igual forma, “ante todo ha de ocupar un lugar privilegiado la celebración diaria, alegre, sin prisas y llena de fervor de la Santa Misa”. “No podemos olvidar -mencionó- que la Eucaristía es nuestro alimento diario, no solamente celebramos para la comunidad sino que toda nuestra vida debe ser eucarística.
Hacia el final de la homilía, Monseñor Quirós mostró su preocupación por las personas que más sufren a causa de la situación de la pandemia.
El prelado pidió orar por la aprobación de las “Diez propuestas para enfrentar la crisis causada por la Covid-19 desde una perspectiva social, productiva y solidaria”, diseñadas por la Comisión Presidencial de Economía Social Solidaria que cuenta con una participación activa de la Iglesia.
“No podemos dejar de insistir que, ante la emergencia sanitaria, económica y social, las respuestas han de darse desde la solidaridad, han de cambiar las estructuras económicas de dominio e insolidaridad, las circunstancias actuales nos dan como país la gran oportunidad de corregir el camino recorrido en el egoísmo e individualismo”, expuso.
De igual forma, Monseñor invitó a todos los fieles a orar por los sacerdotes, incluido él, y para tener todos “paciencia en la espera de volver a encontrarnos celebrando gozosamente los sacramentos en nuestros templos”.
Además del clero arquidiocesano, en la Eucaristía participaron el Nuncio Apostólico, Mons. Bruno Musaró; Mons. Daniel Blanco, Obispo Auxiliar de San José, y el Cabildo Catedralicio.
Lo invitamos a compartir nuestro contenido
