Cuando hay un huracán, un incendio, un derrumbe, un terremoto o inundaciones, la Iglesia coordina con las autoridades y otras organizaciones para brindar apoyo.
Cuando se produce una emergencia de este tipo, entre los grupos más vulnerables están las personas migrantes, pues suelen carecer de redes de apoyo familiar, a veces se encuentran en situaciones de abuso laboral o de discriminación, carecen de acceso a ayuda estatal o no conocen el idioma, la legislación o la cultura, entre otros.
Por esto, la Pastoral Social Cáritas (PSC) y la Organización de las Naciones Unidas para las Migraciones (OIM) elaboraron una "Guía para la Gestión de Riesgo desde el Ámbito Comunitario con Énfasis en la Inclusión de las Poblaciones Migrantes en Costa Rica", que fue presentada este 2 de junio en el Hotel Radisson.
Uno de los objetivos es que esta guía sirva para la inclusión de los migrantes en la gestión del riesgo de desastres, antes (prevención), durante (respuesta) y después de los impactos de una emergencia (recuperación).
Mons. Daniel Blanco, obispo encargado del tema de movilidad humana de la Conferencia Episcopal y obispo auxiliar de San José, destacó que desde hace varios años la Iglesia estableció lazos con la OIM para colaborar conjuntamente en este tema.
Diana Cartier, jefe de Misión de la OIM en Costa Rica, manifestó su agradecimiento a Cáritas y reconoció el trabajo que ha realizado con las personas migrantes. "Esperamos fortalecer los lazos de cooperación entre ambas organizaciones", dijo.
El Pbro. Edwin Aguiluz, secretario ejecutivo de Pastoral Social Cáritas, aclaró que se buscó un enfoque de integración, no de segregación, tampoco se trató como atención dirigida a una población específica (asistencialismo), sino de participación y protagonismo de las personas migrantes.
María Isabel Chacón Gutiérrez, psicóloga y representante de Cáritas, aseguró que usualmente en la gestión de riesgo se toma en cuenta a los niños, mujeres, personas con discapacidad y otras poblaciones vulnerables, pero se excluye a la población migrante, por lo tanto, se hacía necesario crear un documento de este tipo.
En la actividad de presentación se contó con presencia de sacerdotes, religiosas y representantes organizaciones civiles dedicadas al tema de migración o gestión de riesgo. También estuvo presente Marlen Luna, directora de la Dirección General de Migración y Extranjería; y Carlos Picado, jefe de Desarrollo Estratégico de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencia (CNE).
Más detalles en la edición digital de Eco Católico.
