Se trata de las capillas de Corralar, El Rodeo, Picagres, Llano Grande y Balsilla, las cuales fueron declaradas patrimonio histórico arquitectónico por el Centro de Patrimonio de Investigación y Conservación del Ministerio de Cultura,
Anteriormente, este ente, también declaró patrimonio el templo de Nuestra Señora de los Ángeles en Piedras Negras en el 2007.
Estas declaratorias fueron propuestas durante el 2010 por la Municipalidad de Mora, a través del arquitecto Will Arce, quien calificó el conjunto arquitectónico de estilo neo victoriano, como un testimonio claro del esfuerzo humilde del siglo pasado realizado por las comunidades moreñas de la mano de la Iglesia Católica.
Todas las ermitas centenarias, según explica el Ministerio de Cultura, están mirando al mar, ya que marcan las vías de acceso a poblados de la costa pacífica.
La Ministra de Cultura, Sylvie Durán hizo hincapié en que el cantón de Mora avanza en esfuerzos por rescatar y promover su cultura y su identidad “en esta ocasión mediante la gestión para declarar edificaciones como patrimonio histórico-arquitectónico del país y, con ello, reforzar el acervo cultural que los distingue”.
Los bienes patrimoniales, recordó la funcionaria, dan muestra de la historia y ponen en valor la identidad de los pueblos; por ello, es tan importante que, al igual que Mora, cada comunidad trabaje por conocer, salvaguardar, poner en valor y difundir activamente sus elementos patrimoniales.
Una nueva oferta turística
Por su parte, Diego Meléndez, director del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural indicó que “la declaratoria como patrimonio histórico-arquitectónico de cinco hermosas ermitas de Mora nos llena de gran satisfacción. Primero, porque reconoce el cuidado que vecinos de las comunidades de Balsilla, El Rodeo, Picagres, Llano Grande y Corralar han brindado con cariño y esmero por décadas a estos edificios. Segundo, porque estas cinco iglesias se unen a la Piedras Negras para conformar una oferta turística que traerá ingresos a la zona, que puede impulsar pequeños emprendimientos de comidas, transporte, empresas turísticas, venta de artesanías de nuestro pueblo huetar, así como otras acciones que se potenciarían gracias a la visitación”.
Esto fue posible, gracias al compromiso del Gobierno Local que solicitó estas declaratorias, que además de su valor arquitectónico, también traen turismo a las localidades moreñas y así generar mejores condiciones de vida para las personas.
El alcalde del cantón, Alfonso Jiménez, resaltó el valor histórico y el potencial turístico que esta declaratoria abre para la comunidad. “Estamos muy agradecidos con la declaratoria de patrimonio arquitectónico. Este reconocimiento se da gracias al trabajo mancomunado de la administración pasada y la actual así como muchos otros actores de la comunidad. Es importante destacar el trabajo del señor Carlos Zamora, historiador que estuvo a cargo de revalidar toda la historia que tienen estos monumentos y el gran potencial turístico que existe en la zona”.
El cantón de Mora cuenta, además de estas ermitas centenarias, con otras edificaciones declaradas patrimonio: la Casa de Enseñanza de Villa Pacacua, el Mercado y el Teatro La Palestra -en el centro de Ciudad Colón- y la escuela Lisímaco Chavarría, en el distrito de Tabarcia.
Los edificios patrimoniales de Ciudad Colón están unidos por un bulevar -en medio del cual se erige un árbol de jícaro que tiene 400 años- y se conectan con el Centro de Capacitación Artesanal, inaugurado en 2020.
Esta área se integra también al Parque Urbano Juan Rafael Mora Porras, un lugar accesible, versátil, vivo, atractivo y único, el cual cambió radicalmente la imagen del lugar a partir de su apertura en 2011 e integró a la población al disfrute de estos espacios.
Ambas obras -diseñadas por el arquitecto Will Arce- ganaron la Bienal de Arquitectura: el parque en 2012 y el Centro de Artesanos en 2020.
Ermita de Llano Grande
Ermita de Picagres
Ermita de El Rodeo
Ermita de Corralar
Ermita de Balsilla