Promovió los valores de la Doctrina Social de la Iglesia, que combinó con sus conocimientos en economía para dar origen a una herramienta social innovadora, como ha sido el solidarismo en Costa Rica.
Fue nombrado como Representante Permanente ante las Naciones Unidas el 22 de agosto de 1954, y presentó al Secretario General su memorándum sobre la propuesta para la creación del Fondo Mundial de Alimentos, para evitar una restricción de la producción, estimular un aumento del consumo y estabilizar los precios internacionales de los comestibles, haciendo frente a las carencias desastrosas que afectaban a amplios sectores de la población mundial. Esta propuesta estaba inspirada en la figura y objetivos del Consejo Nacional de la Producción.
Durante la Administración de José Figueres Ferrer, “don Pepe” le nombra como su representante en calidad de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en Jerusalén y también como Embajador concurrente en Bucarest, nombramientos que revisten una gran importancia para el país y sus relaciones con el gobierno y el pueblo de Israel, logrando materializar todo tipo de áreas de cooperación entre las dos naciones y fortaleciendo sus vínculos de amistad, que a la fecha permanecen con fuerza.
Pero su carrera diplomática no culmina ahí, se le nombró como Representante Permanente ante la UNESCO, en momentos de gran tensión en el Istmo, desde donde llevó a cabo tareas de gran valor para Costa Rica, durante los conflictos centroamericanos, por la situación que la Guerra Fría significaba para la organización en aquellos tiempos.
Según destacó el diputado Chacón, “el Padre Núñez, nació en un ambiente austero, de padres campesinos, un 24 de enero de 1915, en Pacayas, Alvarado de Cartago. Desde muy temprana edad, se entregó a los ideales sociales de la religión, a la que entregó todas sus fuerzas a través del sacerdocio. Esta vocación constituyó la piedra fundamental de todo su ser”.
“Su obispo, Mons. Víctor Manuel Sanabria, lo marcó para que, con sus estudios de sociología, fundase una alternativa sindical cristiana, que le dio una conciencia lúcida junto a sus compañeros de armas, con quienes luchó por la libertad y la justicia en una nueva Costa Rica de posguerra y de profundas transformaciones sociales”, concluyó.