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San Nicolás, el santo obispo bondadoso

By Diciembre 06, 2022

Pertenecía a una familia adinerada que le transmitió la fe cristiana. Quedó huérfano muy joven y heredó una importante riqueza, la cual él prefirió utilizarla en beneficio de los más pobres, enfermos y necesitados.

La cultura popular representa a Santa Claus como un viejillo gordo y bonachón, con una larga barba que viste de rojo y usa un curioso gorro puntiagudo. Una imagen desarrollada por la tradición y especialmente por la publicidad comercial.

No obstante, originalmente, la figura remite a San Nicolás (en alemán Sankt Niklaus y en neerlandés Sinteklaas, que con el tiempo derivó en Santa Claus), un obispo nacido en el siglo III D.C, en Turquía (valga decir, bastante lejos del Polo Norte). Por los retratos que existen de él, se puede intuir que no tenía una gran barriga, aunque sí una larga barba blanca.

Pertenecía a una familia adinerada que le transmitió la fe cristiana. Quedó huérfano muy joven y heredó una importante riqueza, la cual él prefirió utilizarla en beneficio de los más pobres, enfermos y necesitados. La fama de su bondad se extendió y rápidamente comenzaron a surgir historias en torno a él que mezclaron realidad con fantasía.

Fue elegido obispo de Mira. Según cuenta una curiosa leyenda, los sacerdotes y obispos discutían sobre quién debería ocupar el cargo de obispo de ese territorio, acordaron que escogerían al primero que entrara al templo, de repente entró San Nicolás, quien desconcertado miraba cómo todos se levantaban para aplaudirle.

El santo fue exiliado y apresado bajo el reinado del emperador Diocleciano. Se cuenta que cuando fue hecho cautivo se ordenó quemar su barba. Luego fue liberado por Constantino. En el 325, participó en el Concilio de Nicea, donde condenó la herejía arriana que ponía en duda la divinidad de Jesucristo.

Es importante decir que San Nicolás hizo frente al paganismo. Se recuerda que tenía una especial dulzura, gracias a la cual logró muchas conversiones, aunque cuando se trataba de defender a los más pequeños al parecer no aguantaba nada, como se dice popularmente.

Las historias sobre este santo abundan. Se cuenta, por ejemplo, que había un vecino que tenía tres hijas, pero no tenía dinero para asegurarles una dote para que se casaran, según la costumbre en aquella época, por lo tanto, las jóvenes corrían el riesgo de caer en la prostitución.

San Nicolás supo de esto, entonces decidió lanzarles monedas por la chimenea, estas cayeron en las medias o en los zapatos que las jóvenes habían puesto a secar (de ahí surge la tradición europea de poner medias o zapatos en la chimenea durante la época navideña). Así, las tres pudieron contraer matrimonio.

Además, es famosa la historia de una madre en Bari, Italia, durante la Segunda Guerra Mundial. Hubo un bombardeo y en medio de la confusión la mujer perdió a su hijo, pasó horas angustiada hasta que el pequeño apareció en la puerta de la casa sano y salvo.

El niño dijo que un hombre lo había protegido y acompañado hasta su hogar, la descripción que brindó hizo que los vecinos asociaran a aquel individuo con San Nicolás.

 

Protector de los Navegantes

 

San Nicolás es Protector de los Navegantes y hay varios relatos milagrosos relacionados con marineros, entre estos se cuenta que cuando el santo peregrinó a Tierra Santa rogó por tener una experiencia profunda con los sufrimientos de Nuestro Señor.

A la vuelta, hubo una gran tempestad y la nave en la que iba estaba a punto de hundirse. Él se recogió en oración, al tiempo las olas y el viento se calmaron, ante el asombro de los marineros.

De acuerdo con un artículo de National Geographic, los marineros del mar Egeo y del Jónico tienen una “estrella de San Nicolás” y se desean buen viaje diciendo: “Que San Nicolás lleve tu timón”.

 

¿San Nicolás de Bari o Mitra?

 

San Nicolás es el Patrono de Turquía, Rusia y Grecia. En Occidente es conocido como San Nicolás de Bari, pues en esa ciudad descansan sus restos; en Oriente, le llaman San Nicolás de Mira, pues fue el obispo de esa ciudad.

Después de su fallecimiento el 6 de diciembre de 343, su tumba en Mira se convirtió en un sitio de peregrinación y sus reliquias fueron consideradas milagrosas, a causa especialmente de un extraño líquido que salía de ellas, llamado “Maná de San Nicolás”, según dice la tradición.

Tras la conquista de Turquía por los musulmanes, se buscó la manera de proteger y sacar sus restos, de tal manera que llegaron a la ciudad portuaria de Bari, donde permanecen desde entonces. En 2017, unas reliquias fueron llevadas por unos días a Rusia, tras un acuerdo entre el Papa Francisco y Kiril, Patriarca Ortodoxo de Moscú.

 

 

 

Danny Solano Gómez

Periodista, licenciado en Producción de Medios, especializado en temas de fe católica, trabaja en el Eco Católico desde el año 2009.

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