Es el melodrama, Milagro en la Celda 7, disponible en la plataforma Netflix, un filme turco estrenado en 2019. Se trata de un remake de una producción coreana realizada 10 años atrás con el mismo título. También hay otras tres versiones: una de la India, otra de Filipinas y otra de Indonesia.
Cuenta la historia de Memo (Aras Bulut Iynemli) un padre con discapacidad mental que vive junto a su hija Ova (Nisa Sofiya Aksongur), de seis años, y la abuela de él. Sus vidas cambian cuando el hombre es acusado injustamente de asesinar a la hija de un militar de alto rango. Ova hará lo imposible para ver a su papá libre.
Es película inmediatamente remite a otra que relataba la historia de un padre con discapacidad mental que lucha por mantener la custodia de su hija, “Yo soy Sam”, interpretada por Sean Penn y Dakota Fanning.
La mayoría de las críticas son positivas, mientras hay quienes alaban el guión como conmovedor y califican las actuaciones de excelentes, otros la consideran sensiblera y hecha con la intención de provocar el llanto con todos los recursos posibles.
Nory Camargo, colaboradora de Catholic-Link, escribió: “Memo se comporta como un niño a causa de su discapacidad intelectual. Juega, ríe y perdona tan fácil como lo hace un niño pequeño, como lo haría Jesús. Ova sabe que su papá no es como los demás, se comporta diferente, es motivo constante de burlas y bromas, pero orgullo y razón de vivir de esta niña a la que le sobra la alegría”.
De acuerdo con Camargo, la inocencia de ambos protagonistas es lo que ha generado que “Milagro en la Celda 7” haya conmovido tanto al público. “No es común que veamos a una persona a la que los insultos y maltratos no le dañan el corazón. ¿Qué pasaría si todos tuviéramos la capacidad de perdonar y amar como Memo?”, reseña.
También señala que “Milagro en la Celda 7” es “una maravillosa historia que nos permite a todos reflexionar profundamente. En el dolor, en el valor de la justicia, en el coraje que se necesita para luchar por la verdad. En la dicha que hay en dar la vida por el otro, en recordar que son las cosas pequeñas las que llenan de sentido nuestra existencia”.