La Santa nació en Jerusalén en 1843, y murió en Ain Karem en 1927. Su santidad se caracterizaba por la sencillez evangélica, el amor a la Virgen, y sobre todo, por su celo apostólico en la Iglesia de Jerusalén, a pesar de las difíciles circunstancias de la época.
Como explica el autor la obra consiste en la traducción y adaptación de dos manuscritos originales, escritos en árabe por la misma santa a petición de su director espiritual, y que fueron descubiertos posterior a su fallecimiento.
En el primer manuscrito se relatan en su totalidad las experiencias místicas de Santa Marie-Alphonsine, quien fue depositaria de recurrentes apariciones de la Santísima Virgen María, las cuáles nutrieron el terreno para la fundación de la Congregación de las Hermanas del Rosario. El segundo manuscrito narra las diferentes vivencias del primer grupo de hermanas, quienes junto con Marie-Alphonsine, dieron origen y conformaron la Congregación del Rosario.
“Ambos manuscritos gozan de un trascendente valor espiritual que coloca a Santa Marie-Alphonsine al nivel de aquellos amigos de Dios que han hecho ilustre a Tierra Santa, a lo largo de los siglos, y resaltan la particular importancia de su Congregación, auténtica y radiante flor de Jerusalén”, concluye el autor.
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