Milagro estaba confundida, venía a abortar, no a una charla. Le ofrecían acompañamiento durante un año ¿cómo era posible? ¿podría creerles? La decisión quedaba en sus manos.
Esta joven madre dice que al salir de la sala había decidido tener a su bebé. ¿Cómo pudo siquiera pensar en algo así?, se preguntaba ahora. No obstante, llegó a su casa con la bolsa de pastillas y la puso sobre la mesa. Eran momentos críticos.
Fue entonces cuando tomó aquella ducha fría y sintió por primera vez a su bebé moverse en su vientre. No tomó las pastillas y al día siguiente ya no estaban en la mesa, de hecho nunca supo qué pasó con ellas, solo desaparecieron.
Una de las recomendaciones fue de ir a hacerse un ultrasonido y empezar a llevar seguimiento médico. No sabían cuál era el estado del bebé, ni siquiera cuántos meses de embarazo tenía.
El resultado del examen arrojó que tenía cinco meses de embarazo. Milagro nunca había recibido ninguna vacuna, no tenía expediente médico y en estos meses no había tomado nada para fortalecer su cuerpo ni el de su hija.
Recibió las vacunas y la atención médica pertinente. Al mismo tiempo, contaba con el apoyo del IFEMSI, allí escuchaba a otras mujeres con todo tipo de historias y se sentía acompañada.
En el hospital un doctor se acercó y miró su expediente. ¿Usted se llama Milagro? ¿Estos son sus apellidos?, le preguntó. Ella respondía afirmativamente sin entender por qué él estaba tan sorprendido. “Yo la tuve a usted en mis brazos cuando usted nació, usted fue la primera historia que yo conté como profesional”, le dijo.
Le contó que ella nació de cinco meses de embarazo, que había muy pocas esperanzas de que sobreviviera, que incluso le habían dicho a la madre que la niña iba a morir. “Usted fue un milagro, un milagro de Dios, por eso lleva ese nombre, acepte este regalo de Dios (refiriéndose al bebé) así como Él le dio el regalo de la vida”, fueron las palabras del médico.
Hasta entonces Milagro no sabía quién era su madre biológica, a raíz de esto logró ponerse en contacto con su mamá. Son historias que se entrelazan y heridas que deben sanar, explicó.
Milagro dio a luz a una niña sana, a quien ama con todo su corazón. La pequeña tiene cinco años y hace unos días ingresó al kínder. Con la misma pareja, ahora su esposo, tiene otra hija.
“Ahora los veo y digo: “Gracias Dios porque no alcancé a cometer ese error tan grande”, comenta. Milagro comparte su historia para dar testimonio y para motivar a las personas a colaborar con el trabajo que desarrolla IFEMSI.
Si usted desea ayudar a otras mujeres embarazadas que podrían pensar en abortar y necesitan apoyo, puede hacer una donación a IFEMSI al SINPE Móvil: 8936-1251, también puede ponerse en contacto a ese número o al 2290-3127.
IFEMSI es una organización sin fines de lucro que lleva a cabo diversos programas que van desde la atención a mujeres con embarazos inesperados, apoyo económico, con pañales y diarios de alimento a madres y padres, acompañamiento a personas que decidieron abortar, hasta apoyo a padres que enfrentan un duelo por un aborto espontáneo o una muerte prenatal.