El Seminario Internacional de las Familias Costa Rica 2023 se celebró el pasado 7 y 8 de noviembre, en el Centro de Eventos Comunidad PAS, en San José, bajo el lema: Cambiemos el mundo familia por familia. Un evento gratuito y abierto a todo el público.
Se contó con la participación de especialistas tanto nacionales como internacionales. Entre ellos, el estadounidense Brian Browm, presidente de World Congress of Families y de la Organización Internacional para la Familia; la colombiana Margarita Rey Ana, especialista en derechos de las mujeres; y el costarricense, Fernando Zamora, abogado constitucionalista.
Cabe mencionar que Mons. Bartolomé Buigues, obispo de Alajuela, participó de la actividad. En total asistieron más de 300 personas. El primer día los temas giraron en torno a “La familia: presente y futuro de Costa Rica” y en el segundo sobre Derechos humanos, familia y vida.
“Consideramos que el Seminario fue un éxito y representa el inicio de una “época” a favor de la familia. Somos conscientes de muchos de los esfuerzos que se hacen a nivel nacional y deseamos crear sinergias que permitan visualizar las bondades de la familia, es necesario resaltar su alegría y esperanza como célula básica de la sociedad”, comentó Sigryd Collado, organizadora.
Y agregó: “La formación y concientización sobre los procesos de toma de decisiones en términos político legales es un reto que debemos superar a través de una participación activa”.
Justamente, esta mañana varios diputados firmaron la Declaración de San José a favor de la familia, el cual consiste básicamente en un compromiso por promover políticas públicas a favor de los matrimonios y las familias.
Hannia Gutiérrez Vives, directora de la Sección de Señoras en Regnum Christi Costa Rica y organizadora, conversó con Eco Católico sobre la realización del evento. A continuación un extracto de la entrevista:
¿Por qué era necesario un Seminario Internacional de las Familias?
El Seminario Internacional de la Familia Costa Rica 2023 surge como una iniciativa que busca formar a líderes de la sociedad costarricense, para afirmar, celebrar y fortalecer a la familia como fundamento natural de la sociedad. Convocamos a expertos, representantes de ONG´s, líderes empresariales, políticos, sociales y religiosos.
¿La respuesta de la gente es la que esperaban?
Estamos sumamente satisfechos con la respuesta y apoyo que hemos tenido por parte de todos los sectores convocados, logramos reunir a más de 300 personas que comparten los mismos valores sobre el rol fundamental de la familia. Todos han agradecido, además de la oportunidad de formarse, el espacio, para compartir con otras realidades que en el día a día no encontramos, pero que comparten el mismo sentir, el entenderse como parte de “una red de apoyo” y no en solitario.
Costa Rica presenta la tasa de fecundidad más baja de América ¿Por qué los ticos no quieren tener hijos y qué tan alarmante puede ser esto?
Una de las causas es lo que hemos estado discutiendo en el Seminario: la pérdida de valor del concepto de familia como fundamento natural de la sociedad. Además de que nos hemos vuelto una sociedad egoísta, pensamos solamente en nosotros mismos, en nuestro bienestar y no queremos complicarnos o comprometernos, por así decirlo. Nos han hecho creer que tener hijos es una carga que no podemos llevar porque retrasa los proyectos que tenemos a nivel personal.
Un amigo escribía un día en redes sociales algo así como: Amaría mucho a mis hijos, tanto que prefiero no traerlos a este mundo. Viendo la violencia, los problemas medioambientales, el descontento social, la colonización ideológica… ¿Vale la pena traer hijos al mundo para que estén expuestos a todo eso?
Claro que vale la pena, si dejamos de tener hijos, aunque nos pueda parecer impensable, podríamos llegar a dejar de existir como sociedad. Está en nosotros definir el futuro queremos ofrecerles. Esto más bien debe retarnos para que podamos hacer los cambios que sean necesarios para ofrecer una mejor vida a las futuras generaciones. Y lo más importante de todo es que los hijos son un regalo, don de Dios, son algo muy valioso.
Si la Iglesia, como institución defensora de la familia, según el plan de Dios, está debilitada (ver datos de disminución de creyentes) y los gobiernos tienen total desinterés por hacer algo al respecto ¿Qué se puede hacer frente al deterioro de la familia?
En primer lugar, hay que perder el miedo a defenderla por sentir que cada vez somos menos los que creemos en la familia tal y como Dios la pensó. Necesitamos formar un bloque unido con todas las personas y organizaciones con quienes compartimos los mismos valores, trabajar en conjunto y no por separado. Seguir formándonos y generar oportunidades para que cada vez más personas estén actualizadas y se puedan generar estrategias para afirmar, celebrar y fortalecer a la familia como fundamento natural de la sociedad.
