Hoy no puedo imaginar una vida sin oración, sin embargo, viví muchos años sin ella y con razón tantos vacíos y angustias. Ahora puedo dar testimonio de la diferencia que es vivir la vida en diálogo con Dios, tener la certeza de que escucha e ir viendo su respuesta, es algo que impresiona. El nos va llevando poco a poco y entiende nuestro nivel de formación en la vida espiritual, es todo un papá dulce que nos ayuda a dar pasos según nuestra edad espiritual.
Dar gloria a Dios en cada etapa de nuestra vida es hacer las cosas bien, sin dañar a los demás, sin corrupción, sin trampas o mentiras, sin hipocresía sino con pureza de intención y con amor. Yo puedo tener cualquier vocación y cualquier profesión u oficio, que en todas las pequeñas cosas que yo haga en la vida hay motivos para dar gloria a Dios.
Según lo anterior, doy el ejemplo de una madre que trabaja y tiene familia, que es el caso de tantas mujeres en nuestro país. Si ella se levanta temprano, reza para dar gracias a Dios y prepara los bultos de los niños y las meriendas con amor, en eso da gloria a Dios. Si le dice a su esposo que no se preocupe por los problemas de trabajo, que en todo están juntos y que siempre contará con ella, da otro motivo para dar gloria a Dios. Si va al trabajo y todo lo hace con honradez y respeto a sus compañeros, ese trabajo es para gloria de Dios y si al llegar a casa, a pesar de estar cansada escucha a su esposo y juega con los niños, también da gloria a Dios. Ha sido un día de trabajo, de entrega y amor a su familia donde se ha olvidado un poco de sí misma para darse a los demás. Este ejemplo se puede realizar con cualquier persona y en cualquier circunstancia. Si todos buscáramos este sentido a nuestras vidas de seguro que tendríamos paz y sería un mundo mejor pues estaríamos construyendo el Reino de Dios y no siguiendo las exigencias de este mundo.
Y si en nuestras vidas agregamos la oración, todo cambia. Si antes de dar cada paso oráramos estoy segura de que penetraríamos totalmente el corazón de Dios. Lo triste es que Dios nos vea pasar los años de nuestra vida sin nunca dirigirle una palabra y sobre todo, una palabra de agradecimiento a todo lo que nos da cada día sin que merezcamos nada. Y esto sucede con tantos millones de almas… por eso es importante no descansar en ayudar a la humanidad a descubrir este sentido de la vida para el que realmente fuimos creados.
La gente piensa poco en el cielo, nos hemos quedado con la visión corta de los años que podemos vivir en este mundo, pero hemos perdido la visión larga de lo que es poder alcanzar una vida eterna. Esa es la razón que nos aleja de Dios, pues si anheláramos vivir para siempre, nos acercaríamos a Dios pues es El quien nos da esa posibilidad. El único requisito es amarlo, recibirlo y dar gloria a su nombre desde este mundo. Ayudemos a otros a despertar a esta realidad pues quizás Dios nos pregunte un día ¿Y qué hiciste vos para otros también puedan llegar al cielo? …
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