El filme narra cómo Sor Marina, religiosa de la Congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, llega a un hogar para niños en situación de vulnerabilidad amenazado de cierre, a principios de la década de 1990.
En la película, a pesar de las trastadas que le juegan los pequeños, ella logra guiarlos gracias a su carisma y por medio de una particular idea: formar un equipo de fútbol. Con el apoyo de otras religiosas, el proyecto tendrá éxito y en 2002 uno de esos jóvenes hará su debut con el Real Madrid, equipo que ese año ganaría la Liga de Campeones.
Aquel humilde chico, hijo de migrantes provenientes de Cabo Verde, de un padre que trabajaba en una mina, llegó a compartir vestuario con estrellas como Ronaldo, Zinedine Zidane, Luis Figo, Roberto Carlos e Iker Casillas.
Si bien su paso por el club madrileño fue fugaz, continuó su carrera profesional en equipos de Primera División del Fútbol Español como Osasuna, Levante, Málaga y RDC Espanyol. A sus 40 años sigue activo y juega para Izarra de Estella, en la Segunda B española.
Reencuentro 15 años después
“¡Uy, pero si es Valdo! ¡Uy, Valdo!”, dice Sor Marina al ver al chico que crió en aquel hogar y a quien no veía desde hace más de 15 años. La sorpresa fue organizada por el diario El País. Inmediatamente, ambos se fundieron un emotivo abrazo.
Sor Marina actualmente tiene 85 años y reside en un hogar de retiro desde hace cinco años. “En la casa de Aravaca todos eran niños con dificultades de familia”, recordó la religiosa.
Y agregó: “El padre de Valdo, que era minero en León, aunque ellos venían de Cabo Verde, no podía hacerse cargo de él y su madre… igual. Así que yo me volqué con él, que entonces tendría unos 10 años y jugaba muy bien al fútbol. Era un niño pobre, no tenía nada, ni a nadie…”.
Ese día, la Hermana Marina le mostró el jugador una foto de él con su autógrafo, ella le contó que la tiene delante de la mesa y que siempre reza por él.