Pide a todos los cristianos -laicos, sacerdotes, religiosos- “caminar juntos recorriendo el camino de la sinodalidad”, explicando que “somos corresponsables en la misión, participamos y vivimos en comunión de la Iglesia”.
En el signo de la sinodalidad está también la realización del vídeo que acompaña sus palabras: las imágenes producidas por la diócesis de Brooklyn, con la ayuda de DeSales Media, la colaboración de la propia Secretaría General del Sínodo, y el apoyo de la Fondazione Pro Rete Mondiale di Preghiera del Papa.
Tanto si se es “conductor de autobús” como “campesina” o “pescador”, subrayó Francisco, la misión es la misma: “dar testimonio con la propia vida”, “cada uno aportando lo que mejor sabe hacer”. En esta corresponsabilidad se trabaja juntos, independientemente de la vocación de cada uno: “Los sacerdotes no somos los jefes de los laicos, sino sus pastores. Jesús nos ha llamado a unos y a otros, no a unos por encima de los otros, sino complementándonos”, explica al comienzo de su mensaje. Y añade, poco después: “Los laicos, los bautizados, están en la Iglesia en su propia casa, y tienen que cuidarla. Lo mismo que nosotros, los sacerdotes, los consagrados”.
Las imágenes que acompañan el mensaje de Francisco cuentan precisamente la riqueza del pueblo santo de Dios (Lumen Gentium, 12): los diversos ministros dentro y fuera de las parroquias, los distintos carismas, los momentos de vida en común.
En su discurso por el 50º aniversario del Sínodo de los Obispos, Francisco expresó que “la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”. Este enfoque requiere de la escucha mutua y de una colaboración estrecha entre todos los miembros de la Iglesia. Por este motivo, en su intención de oración, el Papa invita a rezar para que “la Iglesia siga apoyando por todos los medios un estilo de vida sinodal, bajo el signo de la corresponsabilidad, promoviendo la participación, la comunión y la misión compartida entre sacerdotes, religiosos y laicos”.