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Miércoles, 11 Diciembre 2024
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El Carmelo, cuya hermosura ensalza la Biblia, ha sido siempre un monte sagrado. En el siglo IX antes de Cristo, Elías lo convirtió en el refugio de la fidelidad al Dios único y en el lugar de los encuentros entre el Señor y su pueblo (1R 18,39).

El recuerdo del profeta “abrasado de celo por el Dios vivo” había de perpetuarse en el Carmelo. Durante las Cruzadas, los ermitaños cristianos se recogieron en las grutas de aquel monte emblemático, hasta que en el siglo XIII, formaron una familia religiosa, a la que el patriarca Alberto de Jerusalén dio una regla en 1209, confirmada por el Papa Honorio III en 1226.

El Monte Carmelo está situado en la llanura de Galilea, cerca de Nazareth, donde vivía María “conservándolo todo en su corazón”. Por eso la Orden del Carmelo desde sus orígenes, se ha puesto bajo el patrocinio de la Madre de los contemplativos.

En ese Monte fundaron un templo en honor a la Virgen y la congregación de los Hermanos de Santa María del Monte Carmelo, la que pasó a Europa en el Siglo XIII luego de su persecución en Tierra Santa. Quisieron vivir bajo los aspectos marianos que salían reflejados en los textos evangélicos: maternidad divina, virginidad, inmaculada concepción y anunciación.

Es natural que en el siglo XVI, los dos doctores y reformadores de la Orden, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, convirtieran el Monte Carmelo en el signo del camino hacia Dios.

Con nostalgia, muchos recuerdan "la pasada” con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús en el Tren al Pacífico. En los vagones iba la cimarrona y los pasajeros disfrutaban de ricas comidas. A los lados de la línea, la gente salía a saludar a Nuestro Señor y, en las estaciones, se preparaban hermosos altares.

Esta tradición aun está muy arraigada en Orotina, donde, tras 10 años de no poder realizarla, nuevamente la imagen del Sagrado Corazón de Jesús pasará por las vías ferroviarias de ese cantón alajuelense en un motocar (tren pequeño para cargas livianas).

Como es tradicional, la Asociación Obras del Espíritu Santo prepara la gran fiesta navideña: “¡Jesús, a tus niños los cuida tu Iglesia”, a la que están invitados unos 40 mil pequeños en riesgo social. 

El domingo 18 de diciembre a las 9:00 a.m., el Estadio Nacional congregará a 35.000 niños, en la primera de las fiestas. “Nos preparamos con mucho esfuerzo para que todos los niños puedan recibir un desayuno, una bolsa de confites, galletas, manzanas, jugos, un delicioso almuerzo y su esperado juguete” indicó el Presbítero Sergio Valverde presidente y director de la organización. 

El evento contará con la participación de más de 3.000 voluntarios y cada niño estará cubierto por una póliza. Además tendrán la bendición del Nuncio Apostólico Monseñor Bruno Musaró y del Arzobispo de San José Monseñor José Rafael Quirós Quirós. 

Por agua, tierra y aire. Los restantes 5.000 niños participarán en las siguientes fechas y lugares: Martes 20 de diciembre: Estadio Edgardo Baltodano, Guanacaste. Miércoles 21 de diciembre: Isla Chira, Puntarenas. Jueves 22 de diciembre: Gimnasio Multiusos, Upala. El viernes 23 de diciembre: Alto Telire Talamanca y Barra del Colorado. Sábado 24 de diciembre: Sede Central AOES, Barrio Cristo Rey. “

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