Los asistentes a esta cena tuvieron que ponerse un antifaz que les cubría los ojos completamente y ser guiados hasta su mesa por un acompañante. Luego de recibir instrucciones, se prepararon para disfrutar de una deliciosa comida.
Los comensales fueron atendidos por personas con discapacidad visual. Durante la actividad hubo diálogo, reflexiones y testimonios, tanto de unos como otros. Esta iniciativa buscó sensibilizar sobre la discapacidad visual.
“A veces uno se pone los límites, la Iglesia tampoco debe tenerlos”, dice Manuel Montalvo, quien tiene una discapacidad cognitiva. Él es servidor en la Catequesis y en la Pastoral de Comunicación y Divulgación de la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Montes de Oca. También es un activo participante de Profesionales Católicos y Movimiento Laudato Si´, entre otros.