El 1 de junio es un día especial que la Iglesia en nuestro país dedica a la oración y al compromiso con las víctimas de abuso sexual.
Esta Jornada, querida por nuestros obispos y convocada por la Comisión Nacional de Protección a Menores y Adultos en Vulnerabilidad (CONAPROME), es una ocasión para unirnos en oración por este flagelo que afecta la sociedad en general, pero que también está en la Iglesia Católica.
La Red Nacional de Prevención del Abuso en la Iglesia Católica, compuesta por las diferentes comisiones diocesanas de protección al menor y adultos en vulnerabilidad, es la encargada de organizar esta iniciativa en cada diócesis.