Ante la situación actual, Mons. José Rafael Quirós, arzobispo de San José, decidió hacer una propuesta a diversos sectores de la población para buscar la manera de adquirir vacunas y llevar a cabo una vacunación masiva, de manera paralela a la que realiza la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La propuesta de la Arquidiócesis de San José consiste en suscitar la articulación y la alianza estratégica entre empresarios y algunos sectores sociales para el financiamiento, compra, distribución y aplicación de vacunas por parte del sector privado, con la participación de las organizaciones sociales.
Mons. Quirós pide que sea en beneficio de toda la población, en especial de las personas en vulnerabilidad, ya sea por condición de pobreza, aislamiento, precariedad, entre otros.
La iniciativa llamó la atención del sector privado y sindicatos, así como organizaciones solidaristas y cooperativistas, quienes respondieron de manera positiva al llamado del arzobispo para buscar acuerdos y posibles mecanismos.
El jueves 13 de mayor se llevó a cabo un encuentro en el Templo Votivo al Sagrado Corazón de Jesús. Los representantes mostraron buena voluntad y manifestaron un deseo de solidaridad.
Se plantearon diversos escenarios, entre ellos, que el sector privado importe las vacunas y que las organizaciones de trabajadores las compren y las distribuyan entre sus afiliados. También se habló de la posibilidad de que por la compra de dos vacunas la empresa privada done una a grupos vulnerables de la población.
No obstante, señalaron que uno de los principales obstáculos son las restricciones que mantiene el gobierno. Por el momento solo las vacunas de Pfizer y Astra Zeneca tienen autorización en Costa Rica y ocurre que estas dos empresas solo negocian con gobiernos. Cabe mencionar que hay un acuerdo de confidencialidad entre el país y estas compañías.
El Ministerio de Salud emitió una resolución el pasado 27 de abril, con la cual se permite la compra de vacunas por parte del sector privado, siempre y cuando cumplan con una serie de requisitos, entre ellos, el certificado de buenas prácticas, cumplir con parámetros de calidad y la autorización del Dirección de Regulación de Productos de Interés Sanitario (Drpis).
El Ministerio dice reconocer que la venta para el mercado privado garantizaría el acceso a la salud a mayor cantidad de personas y alcanzar la inmunidad de rebaño de manera más acelerada, lo que favorece “el objetivo de salvar vidas humanas, reducir discapacidad y apoyar el incremento de la actividad productiva del país”.
A pesar de esto, por el momento no se pueden adquirir vacunas de compañías diferentes a Pfizer y Astra Zeneca. En otros países, como Colombia y Ecuador, tampoco ha sido posible la adquisición de vacunas por terceros.
Además, en la mencionada resolución, se informa que la Dirección de Regulación de Productos de Interés Sanitario no ha recibido una solicitud formal para autorizar el uso de una vacuna que cuente con el aval de una agencia reguladora estricta o precalificación de la Organización Mundial de la Salud.
Los representantes del sector empresarial exponen que en realidad es un problema de voluntad política. Aseguran que, por ejemplo, podrían conseguir unas 200 mil dosis de la vacuna de J&J en un plazo de 15 días, si contaran con la autorización del gobierno.
Durante la reunión, los participantes firmaron un documento de consenso y establecieron una comisión para llevar sus planteamientos al gobierno. Por el momento, el país ha negociado la adquisición de más de 9 millones de vacunas. Sin embargo, ante la demanda mundial, estas se reciben por tractos, lo cual dificultad avanzar con más rapidez en la vacunación.