La imagen de la hermana Ann Nu Thawng arrodillada, frente a un escuadrón de la policía, en actitud orante, rogando para que los agentes no disparen a los manifestantes en Myanmar (Birmania), le está dando la vuelta al mundo, pues su gesto evitó lo que pudo ser un derramamiento de sangre.
Tal como ha informado Vatican News, tras el pasado Golpe de Estado en ese país asiático, ha habido una ola de disturbios en las calles.
Los militares tomaron el poder del gobierno que tenía al frente a Aung San Suu Kyi, líder de Liga Nacional para la Democracia y Premio Nobel de la Paz, quien permanece bajo arresto militar.
El 28 de febrero, en medio de las fuertes protestas, la hermana Ann, una religiosa misionera de San Francisco Javier, con valentía, se puso de rodillas, frente a los agentes antidisturbios y les rogó que no dispararan a los jóvenes que protestaban en la ciudad de Yangon. Ante sus ruegos, los oficiales decidieron no proceder.
Ese mismo día, al menos 18 personas murieron en las manifestaciones, víctimas de bala por parte de miembros de las fuerzas de seguridad, según han reportado medios internacionales.
“La policía está arrestando, golpeando e incluso disparando a la gente. Entre lágrimas, la hermana Ann Nu Thawng suplica y detiene a la policía para que deje de arrestar a los manifestantes", dijo el cardenal Charles Bo, Arzobispo de Yangon, quien publicó la fotografía en Twitter.
De acuerdo con el Cardenal, la religiosa expresó: “Me he preparado para dar mi vida por la Iglesia, por la gente y por la nación”.