En su homilía, a la luz del Evangelio proclamado, en el que el Señor pide al Padre el don de la unidad para sus discípulos, Monseñor Bartolomé agradeció a Dios por el tiempo pasado y lanzó una mirada el futuro pastoral con enormes retos pero con grandes oportunidades, uno de ellos, el apoyo del pueblo santo de Dios, el testimonio de vida de grandes evangelizadores y la respuesta de la Iglesia frente a los pobres y vulnerables.
Pidió dejarse conducir por la novedad del Espíritu que rescata de los miedos y que empuja a anunciar el kerigma, redescubriendo la centralidad del bautismo y del protagonismo de los cristianos en medio del mundo.
La Iglesia dijo, debe de estar abierta al mundo para servir. Celebrar nos pide continuar el relato iniciado hace 100 años, dijo, con la misma pasión y sabiduría que aquellos que nos han precedido en la tarea.
“Recibimos hoy el relevo de tantas generaciones que han gestado lo que hoy es nuestra diócesis, no podemos olvidar de dónde venimos, y dónde vamos, en un individualismo que nos impida sentirnos parte de un nosotros”, dijo.
“Contemplemos hoy la historia, no con la mirada fría del turista, sino con los ojos del profeta que ven mas allá de la simple fachada, nos corresponde ahora aportar a esta carrera, responder a los retos que ofrece nuestro tiempo para ofrecer sustento y fundamento, sentido de confianza a las generaciones venideras”, agregó.
En este sentido, manifestó su deseo de que la diócesis se vuelque en un proceso de discernimiento para descubrir por dónde quiere el Señor guiar, suscitar y favorecer en cada uno. Como motivación de este proceso, se ha establecido como lema del proceso la frase de San Pablo: “Transfórmense, mediante la renovación de su mente para distinguir la voluntad de Dios”.
Tanto la Diócesis de Alajuela, como la Arquidiócesis de San José y el Vicariato Apostólico de Limón fueron creados hoy hace 100 años por la bula Praedecessorum nostrorum, del Papa Benedicto XV. De esa primera estructuración han sido desmembradas todas las demás 8 diócesis que hoy conforman la Provincia Eclesiástica.
Durante la Eucaristía, tanto el señor Nuncio Apostólico, como el Arzobispo de San José Mons. José Rafael Quirós se dirigieron para felicitar a la Diócesis de Alajuela en su centenario. Monseñor Quirós llamó "diócesis gemela" a Alajuela de la Arquidiócesis de San José, por haber nacido el mismo día, y compartir aspectos importantes en su caminar. Uno de ellos, el pastoreo de Monseñor Victor Manuel Sanabria, primero Obispo de Alajuela y luego Arzobispo de San José, así como el servicio de Monseñor Enrique Bolaños, quien siendo Obispo de Alajuela fue también llamado a ser Administrador Apostólico Arquidiocesano. Por su parte Monseñor Bruno Musaró transmitió el saludo del Santo Padre Francisco y su bendición por el centenario diocesano.
También se dirigió a los presentes Monseñor José Manuel Garita, Obispo de Ciudad Quesada y Presidente de la Conferencia Episcopal, quien además de felicitar a la diócesis alajuelense recordó a todos los que antes de 1921 animaron el camino pastoral de estas tierras e hicieron posible la creación de las tres nuevas diócesis. Explicó que como signo de su madurez pastoral, Alajuela ha dado fruto a cuatro nuevas diócesis: San Isidro, Tilarán, Puntarenas y Ciudad Quesada, que han continuado junto con Alajuela y las demás diócesis del país, iluminando a la luz de la Palabra de Dios todas las realidades humanas.
Al final, con pastel incluido, los presentes cantaron el cumpleaños feliz.
Más detalles en la edición digital de esta semana.
Fotos: Juan Carlos Bolaños Brenes.
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