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Hacia una mayor corresponsabilidad entre los bautizados

By Enero 18, 2021

Oficializar lo que en la práctica ya existe. Eso fue lo que hizo el Papa Francisco con el Motu proprio Spiritus Domini, dado a conocer el pasado 11 de enero, por medio del cual establece que los ministerios del Lector y el Acólito estén abiertos a las mujeres.

Las mujeres que leen la Palabra de Dios durante las celebraciones litúrgicas o que realizan un servicio en el altar, como ministras o como dispensadoras de la Eucaristía, no son ciertamente una novedad: en muchas comunidades del mundo son ahora una práctica autorizada por los obispos.

Sin embargo, todo se ha realizado sin mandato institucional real y adecuado, en derogación de lo establecido por San Pablo VI, quien, en 1972, al abolir las llamadas “órdenes menores”, había decidido mantener el acceso a estos ministerios reservados a los hombres sólo porque los consideraba preparatorios para un eventual acceso a las órdenes sagradas.

Ahora el Papa Francisco, también a raíz del discernimiento que surgió de los últimos Sínodos de Obispos, quiso hacer oficial e institucional la presencia femenina en el altar.

 

Misión de los laicos

 

Junto al documento, el Papa dirigió una carta al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Luis Ladaria, en la que recuerda también que “en el horizonte de renovación trazado por el Concilio Vaticano II, hoy se siente cada vez más la urgencia de redescubrir la corresponsabilidad de todos los bautizados en la Iglesia y, en particular, la misión de los laicos”.

Esta es la clave desde la que se debe de leer dicho cambio establecido por el Santo Padre, según opiniones autorizadas que lo ven como muy positivo.

Francisco especifica en su carta que quiso aceptar las recomendaciones que surgieron de varias asambleas sinodales, escribiendo que “se ha alcanzado en los últimos años un desarrollo doctrinal que ha puesto de relieve cómo ciertos ministerios instituidos por la Iglesia tienen como fundamento la condición común de los bautizados y el sacerdocio real recibido en el sacramento del bautismo”.

Por lo tanto, el Papa nos invita a reconocer que estos son ministerios laicos “esencialmente distintos del ministerio ordenado recibido en el sacramento del Orden”.

Francisco reitera que “con respecto a los ministerios ordenados la Iglesia no tiene en absoluto la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres”, y añade que “para los ministerios no ordenados es posible, y hoy parece oportuno, superar esta reserva”.

El Papa explica que “ofrecer a los laicos de ambos sexos la posibilidad de acceder a los ministerios de Acolitado y Lectorado, en virtud de su participación en el sacerdocio bautismal, aumentará el reconocimiento, también a través de un acto litúrgico (institución), de la preciosa contribución que desde hace tiempo muchísimos laicos, incluidas las mujeres, ofrecen a la vida y a la misión de la Iglesia”.

 

 

 

Alegría y esperanza

 Pbro. José Manuel Araya Ch., cssr

Rector y Cura Párroco del Santuario Diocesano y Parroquia Santo Cristo de Esquipulas de La Agonía, Alajuela. Profesor de Introducción a la Liturgia en el Seminario Nacional.

La carta del Papa Francisco al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe de sobre el acceso de las mujeres a los ministerios del Lectorado y del Acolitado la acogemos como un gesto-determinación que viene a reforzar la “ministerialidad” en la Iglesia: “… los miembros del Cuerpo de Cristo reciben del Espíritu del Señor Resucitado, en diverso grado y con diferentes expresiones, los dones que les permiten dar la contribución necesaria a la edificación de la Iglesia y al anuncio del Evangelio a toda criatura”.

Hemos de anotar que en Costa Rica, gracias a Dios la participación de las mujeres en estos servicios ha sido ya implementada, las mujeres Delegadas de la Palabra, Catequistas, Lectoras, Acolitas, Ministras Extraordinarias de la Sagrada Comunión. De modo que veo como algo muy saludable “…promoverlos y coordinarlos, para que contribuyan al bien de las comunidades y a la misión confiada a todos los discípulos”.

La carta es clara, le corresponde a las “Conferencias Episcopales establecer criterios adecuados para el discernimiento y la preparación de los candidatos a los ministerios del Lectorado o del Acolitado, o a otros ministerios que consideren instituir, según lo dispuesto en el Motu Proprio Ministeria quaedam, con la aprobación previa de la Santa Sede y de acuerdo con las necesidades de la evangelización en su territorio”, por lo tanto quedamos a la espera en que nuestra Conferncia Episcopal proceda en el tiempo que ellos lo vean prudente establecer estos lo correspondiente.

Mientras tanto celebramos con alegría y esperanza el que sigamos avanzando en el tema de la Ministerialidad muchas veces oscurecida por el clericalismo.

 

 

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Martín Rodríguez González

Periodista, licenciado en Ciencias de la Comunicación Colectiva y egresado de la maestría en Doctrina Social de la Iglesia. Trabaja en el Eco Católico desde el año 2002 y desde el 2009 es su director.

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