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Domingo, 05 Octubre 2025
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La silenciada masacre de 200 cristianos en Nigeria

By Julio 18, 2025
La violencia es un goteo constante en Nigeria, país azotado por sangrientas luchas internas. La violencia es un goteo constante en Nigeria, país azotado por sangrientas luchas internas.

Durante la noche del viernes 13 de junio, en el Estado de Benue, en Nigeria, un grupo de radicales islámicos (pastores fulanis) atacó un edificio que albergaba cristianos desplazados, los atacantes prendieron fuego al inmueble y luego atacaron con machetes.

La cantidad de muertos asciende a más de 200, pues aun siguen apareciendo cuerpos en los alrededores. Recientemente, más de 20 cadáveres fueron descubiertos en el bosque y dentro de un edificio vacío.

Según testimonios directos recogidos por la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), esa misma noche la policía había repelido a los atacantes cuando intentaban asaltar la iglesia de San José de Yelewata, donde dormían unos 700 desplazados internos.

Entonces, los atacantes se dirigieron hacia la plaza del mercado donde utilizaron combustible para prender fuego a las puertas de los alojamientos en los que dormían unos 500 desplazados, después abrieron fuego.

Al parecer, los pastores fulanis buscan apoderarse de los territorios. Los ataques y las amenazas han obligado a miles de personas a desplazarse en busca de lugares seguros. De hecho, la zona de mercado de Yelewata (donde ocurrió la masacre) era considerada segura y por eso los desplazados habían buscado refugio allí, acogidos por la Iglesia.

El párroco de Yelewata, el Padre Ukuma Jonathan Angbianbee, describió cómo él y otros desplazados internos escaparon de la muerte, al ocultarse en la casa parroquial: “Cuando escuchamos los disparos y vimos a los militantes, pusimos nuestras vidas en manos de Dios. Esta mañana, doy gracias a Dios por seguir vivo”.

El Padre Jonathan describió su visita a la plaza del mercado: “Lo que vi fue verdaderamente espantoso. La gente había sido masacrada. Los cadáveres estaban esparcidos por todas partes”.

La “Fundación para la Justicia, el Desarrollo y la Paz” (FJDP) de la diócesis de Makurdi detalla el horror de lo que vieron al día siguiente del ataque: “Algunos [cuerpos] estaban quemados hasta quedar irreconocibles: bebés, niños, madres y Padres simplemente aniquilados”.

En el ángelus del pasado domingo 15 de junio, el Papa León XIV dijo que rezaba por los “brutalmente asesinados” en “la terrible masacre”, la mayoría de ellos desplazados internos “acogidos por la misión católica local”.

El ataque del viernes 13 por la noche se produce en medio de un aumento de ataques en el Estado de Benue, que se centran en la región de Makurdi, donde el 95% de la población es católica.

En otros ataques recientes, más de 100 personas han sido asesinadas y más de 5.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus casas en las áreas de gobierno local de Gwer West, en la diócesis de Makurdi.

“Aquí me quedo”, dice párroco

También entrevistado por Ayuda a la Iglesia Necesitada, el Padre Ukuma Jonathan Angbianbe, párroco de Yelewata, manifestó su intención de quedarse y ayudar a la comunidad a levantarse de esta tragedia.

El sacerdote apenas lleva dos años como párroco, pero asegura estar decidido a quedarse para reconstruir la parroquia. “Estoy aquí, en Yelewata, y aquí es donde me quedo y aquí seguiré sirviendo a la gente para la gloria de Dios”, dijo a AIN.

También ha dicho que aún está tratando de superar la “aterradora” experiencia que vivió la noche de la masacre cuando, al oír disparos en el exterior, él y las demás personas presentes en la casa parroquial, entre ellas niños, se tiraron al suelo.

Entretanto, “muchos de nuestros feligreses ahora dispersos desean regresar y reconstruir sus vidas”. También, el Padre Ukuma se refirió a la actuación de las autoridades: “La noche en que se perpetró esa atrocidad, la policía hizo todo lo que pudo. Para el futuro, esperamos que se proporcione más personal de seguridad”, comentó.

El Gobierno de Nigeria ha asegurado que perseguirá a los autores.

La raíz del conflicto

El Padre Remigius Ihyula, coordinador de la Comisión de Justicia, Paz y Desarrollo en la diócesis de Makurdi, relata que “los supervivientes de la masacre están aterrorizados; han sufrido y presenciado violencias indescriptibles”.

En una sola noche, “los supervivientes lo han perdido todo: alimentos, ropa, colchones, mantas, medicamentos... están en una situación desesperada”, añade.

El Padre Ihyula comparte que, aunque esta masacre ha llamado la atención en el mundo, en realidad “se trata de una tragedia que sucede día tras día”. La violencia, dice, es como un goteo constante: “Un día matan a tres personas, otro a diez, y así sucesivamente”. La comunidad vive en un estado de miedo permanente, por tanta pérdida y tanta injusticia.

Muchos medios internacionales han indicado que los pastores fulani son víctimas del cambio climático, obligados a desplazarse en busca de agua y pastos para su ganado. Sin embargo, Ihyula comenta: “No, no se trata de eso. Las bandas de pastores fulani están impulsadas por una ideología islamista. Buscan conquistar las tierras de agricultores cristianos para fundar un Estado islámico”. La realidad, expresa, es mucho más compleja y dolorosa, marcada por intereses políticos y religiosos que alimentan esta violencia sin fin.

El sacerdote expresa que ha intentado acercarse a los fulani para buscar un diálogo, pero “siempre han rechazado cualquier acercamiento”. Sus palabras muestran la impotencia ante un ciclo de violencia que parece difícil de romper, sin embargo, la esperanza de encontrar caminos de paz aún vive en las mentes de las comunidades.

 

Danny Solano Gómez

Periodista, licenciado en Producción de Medios, especializado en temas de fe católica, trabaja en el Eco Católico desde el año 2009.

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