Costa Rica está bendecida por madres heroínas que han aceptado grandes riesgos para sacar adelante a sus hijos: madres adolescentes y solteras; madres de hijos enfermos desde el vientre o en algún momento de su vida; madres de hijos flagelados por la adicción y conductas morales dolorosas; madres de hijos e hijas homosexuales que no dejan de amar y saben poner estas situaciones en las manos del Señor; madres que luchan por ser respetadas como mujeres en un contexto mayormente machista; madres jefas de hogar que sin el auxilio de un varón han ido sacando adelante a sus hijos; madres que sufren por la pérdida temprana de un hijo. En fin, mujeres valientes que cambian día a día el mundo enseñándonos que el egoísmo y la cultura del descarte, se puede vencer sólo con amor. Por eso dice el Papa Francisco que: ''Una sociedad sin madres sería una sociedad inhumana porque las madres saben testimoniar siempre, incluso en los peores momentos, la ternura, la dedicación, la fuerza moral”. [7]
Benditas sean queridas madres, aquí en la tierra y allá en el Cielo. Siempre oraremos para aquí en la Tierra tengan del Señor todo consuelo, especialmente en medio de las dificultades de la vida; y para que allá en el Cielo alcancen la corona merecida por su SÍ a la vida, dicho con valentía y convertido en puros actos de amor para sus hijos.
Pbro. Ronny Humberto Solano Fallas
Secretario Ejecutivo
Comisión Nacional de Pastoral Familiar
Con consentimiento de Mons. Manuel Eugenio Salazar Mora, Obispo diocesano de Tilarán, Liberia y Presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Familiar CONAPAF.
[1] Lc 1, 38
[2] Lc 1, 34
[3] Lc 1, 27
[4] Dt 22, 20-21
[5] Lc 1, 38)
[6] Benedicto XVI. Homilía Misa de inauguración de su pontificado. 24 de abril, 2005
[7] Audiencia general. 7 de enero del 2015