En la celebración, el Papa Paulo VI se dirigió a los padres conciliares recordándoles la triple finalidad del Concilio: “el libre y ferviente estudio de las múltiples cuestiones relativas a nuestra religión, especialmente la naturaleza y la misión de la Iglesia de Dios”, “El deseo unánime de establecer vínculos más perfectos de comunión con los hermanos cristianos todavía separados de nosotros”, y “El intento cordial de dirigir al mundo un mensaje de amistad y de salvación”.
Según se destaca, “fiel a su consigna, Paulo VI no hizo alocución a ninguno de los temas propuestos al examen y deliberación de la Asamblea Conciliar, lo cual es un silencio que no ignora ni olvida, sino que quiere favorecer la libre expresión de las opiniones de los Padres”.
En dicha misa, el Papa anunció, además, oficialmente a los obispos, su peregrinación de paz a la ONU en octubre próximo. Según se describe, “un caluroso aplauso fue la respuesta de aprobación entusiasta de toda la Asamblea”.