La oración en la vida de una carmelita es su vida entera, pues es el encuentro con su amado. “Santa Teresita del Niño Jesús nos da una definición muy bonita, es una elevación, una mirada al cielo… es un saberse mirada por Él. Donde se hace una sola voluntad con el amado, ahí se expresan todas las necesidades y súplicas de los que están alrededor de una carmelita. Su oración es el trabajo cotidiano y el trabajo más sencillo”, agrega la Hna. Marlene.
Su vida es en comunión con Jesús y las hermanas “La vida fraterna es amarse unas con otras como hermanas” manifestó.
De igual forma, el trabajo en el Monasterio es una expresión de pobreza, como explica por su parte la Hna. Teresa del Corazón de Cristo. “Nos solidarizamos con los pobres ganando lo necesario para vivir y poniendo al servicio de las hermanas las energías y cualidades de cada una”.
Por eso, procuran buscar ellas mismas trabajos que las ayuden a mantener el clima propio de una comunidad teresiana y la serenidad interior de las hermanas que en todo favorezca a la vida contemplativa haciendo ornamentos y escapularios.
Siguiendo el ejemplo de su Madre Teresa de Jesús, la Hna. Priscilla María de la Eucaristía dijo que también “la formación es muy importante, pues es un medio indispensable para el crecimiento personal y comunitario”.
La Virgen María, expresó la Hna. María de la Santa Faz, “impregna la espiritualidad de la carmelita que se consagra a su amor y a su culto… ella da un sello particular a la contemplación, a la comunión fraterna, a la entrega y al espíritu apostólico de nuestra vocación… es luz y motivación”.
Su amor filial a la Virgen lo demuestran con el rezo diario del Santo Rosario, las letanías y el canto de la Salve, igualmente, celebran a la Virgen en todas las solemnidades dedicadas a ella, en especial los 16 de julio, día en que se celebra a la Virgen del Carmen.
Su monasterio tiene como titular y patrono a San José y es una devoción heredada por Santa Teresa de Jesús, no solo a toda la Orden sino a toda la Iglesia.
Actualmente son 17 hermanas, 15 de profesión solemne. En el monasterio en nuestro país hay religiosas españolas, salvadoreñas y costarricenses.