"Muchas familias enteras, con mujeres con procesos de gestación y con niños altamente vulnerables forman parte de este drama. En el momento de pisar nuestro suelo, muchos vienen de experiencias extremadamente dolorosas como violaciones, asaltos, robo de su escaso dinero, abusos de autoridad, problemas de salud no atendidos y carencia de absolutamente todo, salvo sus ropas puestas y su esperanza en un futuro alcanzable tras muchos sacrificios. Casi todos son víctimas del detestable delito del tráfico ilícito de migrantes que campea en nuestro país junto a otros crímenes que nos van hundiendo en el abismo de la inseguridad y la muerte", denuncian obispos y sacerdotes en su mensaje.
Una realidad frente a la cual se impone una "ineludible e irrenunciable atención que debe brindar el Estado a los flujos migratorios en nuestro territorio". por eso, la Iglesia une "su voz a la de la Defensoría de los Habitantes que hace un llamado a las instituciones del país y a la comunidad internacional con la finalidad de dar respuesta a las necesidades de asistencia humanitaria y de protección para estas personas migrantes, y a la voz unánime del plenario de la Asamblea Legislativa pidiendo al Poder Ejecutivo «que emita una Declaración de Estado de Emergencia por Calamidad Pública, como consecuencia de la crisis migratoria y humanitaria en la frontera sur de nuestro país»".
Compartimos a continuación el mensaje íntegro: