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Yo también conservé mis ilusiones

By Willy Chaves Cortés, Orientador Familiar UJPll / Máster en Comunicación Política, UCR Noviembre 27, 2023

Todos y todas atravesamos por situaciones difíciles y afrontar estos momentos se vuelve algo necesario y que nos ayudará en nuestro futuro. Algunos hemos tenido que recoger los pedazos de nuestra vida y tratar de unirlos de nuevo para salir adelante, todos hemos tenido esas noches oscuras de tristeza desesperanza y desolación, pero siempre hay esperanza cuando se tiene la voluntad de salir adelante y no quedarse rendido ante la adversidad.

Una vez una querida amiga al verme triste y desmotivado, me dijo: “debes ser siempre como las palmeras que nacen a la vera del mar, esas que vientos y huracanes mueven y mecen, pero no se quiebran”, de verdad que ha si ha sido mi vida, siempre logré sobreponerme a la adversidad, busqué motivación en los estudios, nunca me rendí.

La vida no siempre es sencilla y, en ocasiones, nos pone a prueba con obstáculos que tenemos que superar, aunque a veces no lo veamos así. Siempre descubrimos cómo superar la adversidad de manera efectiva.

Porque, aunque en ocasiones uno pueda perder la esperanza de que la vida pueda seguir adelante o de que las cosas puedan ir bien, lo cierto es que nuestra actitud cuenta y mucho para que todo vuelva a estar a nuestro favor.

Todos experimentamos pequeñas frustraciones diarias y tensiones cotidianas y, en ocasiones, mayores disgustos, fracasos, cambios inesperados y desafíos.

Muchos y muchas de nosotros también pasamos por experiencias que tienen el poder de marcar y cambiar toda nuestra vida.  Por ejemplo, un divorcio no deseado, experiencias de maltrato, la muerte de un familiar cercano, el diagnóstico de una enfermedad, la pérdida de un trabajo o un accidente.  

Todas éstas son experiencias que dividen nuestra vida en un antes y un después de lo ocurrido. Aunque estos son momentos muy difíciles, el ser humano tiene la capacidad para enfrentar la adversidad y vencer.

Esto se debe a una capacidad interna llamada resiliencia; la cual se define como “la habilidad para resurgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva” (ICCB, Institute on Child Resilience and Family, 1994). Ser resilientes no significa que nunca sentiremos dolor, malestar, tristeza, miedo o ira cuando atravesemos momentos de aflicción. Significa que en el momento o con el tiempo podemos encontrar formas de enfrentarlo de manera constructiva, aceptar lo que sucedió, adaptarnos y, finalmente, seguir adelante.

Yo aprendí que en momentos de crisis las emociones tienden a ser muy cambiantes. En ocasiones nos sentiremos en control y con deseos de continuar; y en otras, nos sentiremos derrotados y sin deseo de hacer nada. Por esto no debes de confiar en lo que estamos sintiendo, sino más bien enfocarnos en la decisión tomada.  No importa cómo nos sentimos, debemos de seguir adelante.  

Hay momentos dados en nuestra vida que todo cambia para siempre y no tenemos el control de lo que está sucediendo.

Lo único que nos queda es aceptar las cosas tal y como son.  Esta es quizás la parte más difícil del proceso.  Es cuando tenemos que aceptar que todo cambió. Que ya no voy a estar casado con esa persona, que no puedo volver a trabajar en ese lugar que tanto me gustaba, no volveré a abrazar a ese familiar que murió o que no tendré la misma salud física que tenía antes.

Es un proceso muy duro, pero a la misma vez es un proceso sanador.  Para sanar, primero tenemos que aceptar que las cosas no volverán a ser como antes. Al aceptar las circunstancias que no puedes cambiar, podrás enfocarte en lo que si puedes mejorar.  

La meta de muchas personas es ser como antes. Es muy común escuchar a las personas decir: “Yo era tan alegre, siempre me reía”. “Quiero ser como antes”.   Intentan con todas sus fuerzas ser como la persona que eran antes y al no lograrlo, se embarcan en un viaje lleno de frustración y desesperanza.

Para que esto no te suceda debes de enfocarte en el aquí y el ahora.  No en el pasado, sino en el presente. En mi caso estoy absolutamente convencido que mi enfoque profesional como Orientador Familiar, esté en ayudar desde una escuela de padres, a que ningún niño y niña sufran el maltrato psicológico y físico que yo viví y sufrí que marcó mi niñez de dolor.

¡Alégrarte de tus pequeños logros! En otras palabras, al bajar las expectativas no tienes por qué sentirte frustrado. De esta forma te podrás dar cuenta que, aunque no te sientas como antes puedes ser feliz.

En otras palabras, no tienes que reírte como antes, pero aun así puedes reír. Quizás no eres tan sociable como antes, pero, aun así, si te esfuerzas puedes compartir con las personas que están a tu alrededor.  Ésta forma de pensar te llevará a avanzar en el proceso de tu recuperación.

Este proceso no tenemos que pasarlo solos. Por el dolor, en ocasiones nos alejamos de las personas que nos aman y se interesan por nosotros. No queremos que nos vean para que no se den cuenta que hemos cambiado.

Esto no es correcto. No tienes que pasar este proceso solo. Acepta la ayuda de tu familia y amigos. Si no los tienes, trata de integrarte en un grupo, en la iglesia o de la comunidad. Además, puedes buscar la ayuda de un profesional, el cuál te dará herramientas que te ayudarán en tu proceso. A mi personalmente la ayuda espiritual me ha ayudado muchísimo en este proceso sanador.

En estos procesos, la fe y la esperanza son muy importantes. Te ayudan a desarrollar una mentalidad optimista y a creer en un futuro mejor. Cuando es una fe fundada en una creencia religiosa, te ayudará el saber que no estás solo, que Dios tiene el control y tiene un plan para tu vida. Esta creencia te dará paz, esperanza y seguridad en medio de la adversidad. He tenido la bendición de tener un excelente director espiritual, que me ha preparado desde la fe a darle sentido a mi vida, saber que a pesar del dolor que viví, aquí estoy con ganas de ser mejor persona, he renunciado a todo lo que me hizo daño, lo cambie por perdón, yo tengo derecho a ser feliz, vos también

En la mayoría de los casos no decidimos cuando llega la adversidad, pero si podemos decidir nuestra actitud y la decisión de aprender a ser feliz a pesar de la situación que nos tocó vivir. 

Last modified on Lunes, 27 Noviembre 2023 15:41

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