El año 2020 nos hereda un panorama que a cualquier persona deja perplejo por los fallecimientos, contagios y las consecuencias económicas en los hogares de los costarricenses por la pandemia mundial. Sin embargo es valioso mirar esto como una oportunidad que nos hizo bajar la intensidad de nuestras revoluciones, la prisa, el frenesí de la vida cotidiana y nos posiciona frente a nosotros mismos con toda crudeza: el Covid-19 nos ha desnudado como sociedad y como sujetos.