Una caravana de vehículos partió rumbo a Paraíso, en Cartago, este domingo 25 de octubre. Los pitos anunciaban, a modo de tributo, el arribo de los restos de Allison Bonilla, al Santuario Nacional Nuestra Señora de Ujarrás, donde tuvieron lugar las honras fúnebres.
En las afueras del templo cientos de personas se congregaron con flores y globos blancos como gesto de cercanía con la familia.
El Obispo de Cartago, Mons. Mario Quirós, presidió los ritos fúnebres, en los que encomendó al Señor el alma de Allison y oró por la familia, especialmente por la madre de la muchacha, Yendry Vásquez, para que el Señor les dé fortaleza.
El prelado destacó los gestos de comunión y solidaridad mostrados alrededor de este caso que ha estremecido a todo el país. “El Señor, vivo y verdadero, el eternamente misericordioso, sabrá dar a todos el consuelo y la palabra oportuna en esta situación dolorosa.
Monseñor expresó que queda el recuerdo de una joven que quiso superarse y prepararse académicamente, el de una mujer que colaboraba en su comunidad, donde además participaba de la Hermandad de Jesús Nazareno, que vivía momentos de gozo y alegría.