
Mensaje de los Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica
¡Paz! un grito que urge ser escuchado en Costa Rica
En la solemnidad del martirio de San Pedro y San Pablo, testigos valientes de la fe en Jesucristo, que entregaron su vida en medio de situaciones de violencia, los Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica nos dirigimos al Pueblo de Dios y a todas las personas de buena voluntad, ciudadanos de nuestro país, para reiterar nuestro llamado a un genuino y efectivo compromiso de todos, ante la ola de violencia en nuestro país.
Como Iglesia, somos conscientes de la gravedad de esta problemática que dolorosamente tiende a extenderse en el tiempo y en muchas direcciones, por lo que nos unimos al empeño de buscar caminos de unidad y de paz para enfrentar tan compleja situación. Proclamamos “que la violencia es un mal, que la violencia es inaceptable como solución de los problemas, que la violencia es indigna del hombre. La violencia es una mentira, porque va contra la verdad de nuestra fe, la verdad de nuestra humanidad. La violencia destruye lo que pretende defender: la dignidad, la vida, la libertad del ser humano”.[1]
“El Papa es hoy el apóstol Pedro a quien el Señor confía el pastoreo de las ovejas de Jesús, y el pastoreo de los propios pastores, porque nosotros los obispos, como nos enseña San Agustín, antes de ser pastores del Pueblo Santo de Dios somos ovejas junto con el Pueblo Santo de Dios”.
Mons. Bruno Musaró
Nuncio Apostólico en Costa Rica
Con una misa presidida por el Nuncio Apostólico Monseñor Bruno Musaró, y concelebrada por los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, se celebró esta noche la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, en la Catedral Metropolitana.
Dadas las restricciones por la pandemia, el aforo del templo fue limitado, sin embargo un grupo de laicos, religiosas, diáconos y sacerdotes participó activamente de la celebración. La misa se ofreció por el ministerio del Santo Padre Francisco, pues en nuestro país se celebra, en el marco de la solemnidad, el Día del Papa.
Al principio, Monseñor José Manuel Garita, Obispo de Ciudad Quesada y Presidente de la Conferencia Episcopal, destacó la oportunidad de orar por el Papa y agradeció su magisterio sobre la fe y acerca de cuestiones de actualidad, como la crisis socioeconómica derivada por la pandemia. Monseñor saludó al Nuncio Apostólico y le pidió saludar al Santo Padre a nombre de la Iglesia que peregrina en nuestro país.
Solemnidad: 29 de junio.
Cada 29 de junio, en la solemnidad de San Pedro y San Pablo, apóstoles, recordamos a estos grandes testigos de Jesucristo y, a la vez, hacemos una confesión de fe en la Iglesia una, santa, católica y apostólica. Ante todo es una fiesta de la catolicidad.