
En muchas parroquias, es tradicional hacer representaciones de escenas bíblicas para Semana Santa, pero las personas, generalmente voluntarios sin formación teatral, suelen enfrentar muchos retos, entre ellos, cómo mostrar fielmente a un personaje, escenificar determinada situación o estar apegado a lo relatado, sin exageraciones o invenciones que más bien podrían alejar a los espectadores del mensaje del evangelio.