Memoria: 26 de octubre.
Pauline Marie Jaricot, nació en Lyon el 22 de julio de 1799; donde vivió una infancia feliz, en una familia adinerada.
Durante la adolescencia disfrutó de la abundancia de dinero, enorgulleciéndose de su belleza, sus joyas y su preciosa ropa que la convertían en la reina de los encuentros sociales. Sin embargo, también tuvo que lidiar con su carácter fuerte y decidido, que a menudo la conducía a sufrir por la ira. Fue durante esta época cuando Pauline experimentó un período de sufrimiento doloroso como resultado de un grave accidente en casa: una caída desastrosa desde un taburete. Sufrió algunas heridas, pero sobre todo las lesiones de ese accidente, la llevaron a una larga y dolorosa depresión. Los médicos no veían ninguna mejora a pesar del tratamiento. Además, durante el transcurso de la enfermedad, murió uno de sus amados hermanos y su madre. Precisamente en este período de sufrimiento, Pauline, a través de su participación en el misterio pascual de Cristo, comenzó a sentir una profunda cercanía con Dios.