
Es un momento colorido y lleno de piedad popular. La Negrita, subida en una hermosa carroza llena de flores, pasa por las calles adornadas con bellas alfombras de aserrín y otros elementos, confeccionadas para la ocasión, con diversos diseños y colores.
Como una familia, el pueblo costarricense podrá reencontrarse con su Madre, Nuestra Señora de los Ángeles, después de dos años sin poder celebrar la Romería al Santuario Nacional, en Cartago. Así lo anunció Mons. Mario Quirós, obispo cartaginés.