Lucía es conocida por ser una de las pastorcitas que vió a la Virgen en las apariciones de Fátima en 1917 cuando solo tenía 10 años (Jacinta tenía 7 años y Francisco 9 años). Muchas personas creen que Lucía solo vio a la Virgen en 1917 cuando en realidad la Virgen le habló durante toda su vida y la guio en todo momento. Lucía tenía una pureza de corazón maravillosa, pero al mismo tiempo se convirtió en una mujer muy inteligente y fuerte que nunca tuvo miedo de hablar cuando Dios se lo pidió ya sí fue capaz de hablar con Obispos, Cardenales e incluso de hacer solicitudes directas a los Pontífices que conoció.
Lucía certificó el secreto de Fátima y logró encontrarse con San Juan Pablo II, el Papa de la tercera parte del secreto que fue salvado por la mano de la Virgen Madre. Estamos ante una de las grandes santas de nuestros tiempos y bendito Dios la dejó entre nosotros por tantos años, fue todo un regalo del cielo.
El camino de su beatificación pronto nos traerá su canonización si Dios lo permite. Los postuladores entregaron al Dicasterio para las Causas de los Santos en el 2022 lo que se llama positio, un documento que contiene la información y testimonios que corroboran las virtudes heroicas con las que vivió la hermana Lucía. Esta positio luego fue investigada por teólogos que revisaron las evidencias de sus virtudes cristianas para ser venerable para la Iglesia.
Sor Lucía escribió sus memorias obligadas por el obispo de Leiria, José Alves Correia da Silva y en esos escritos abrió su corazón sobre su experiencia mariana, el secreto de Fátima, los detalles de las mariofanías, las palabras de la Virgen, en fin, leer esas memorias es todo un retiro espiritual con la Virgen María.
Fue el entonces cardenal Ratzinger, el encargado de explicar el significado de la tercera parte del secreto de Fátima y nuestra pequeña pastorcita tuvo el privilegio de sentarse con estos santos a conversar, San Juan Pablo II y el Papa ya fallecido Benedicto XVI muy posiblemente Doctor de la Iglesia.
Ahora que vamos a celebrar como costarricenses nuestra fiesta mariana, recomiendo mucho leer las memorias del Lucía, repasar todos sus diálogos con la Virgen María en Fátima, para que preparemos el corazón para Jesús a través de María, sabiendo que el rosario es capaz de alcanzarnos la paz, de llevarnos al cielo y que el corazón inmaculado de la Madre de Dios es nuestro refugio en tiempos convulsos y el camino seguro que nos llevará hasta Dios.