Gerald es un milagro viviente, al punto que asegura que desde que estaba en el vientre de su madre está consagrado a la Virgen de los Ángeles. Y no es para menos. Su nacimiento, hace 32 años, estuvo acompañado de múltiples complicaciones.
“Me dejaron dos meses internado en el Hospital de Niños, exámenes iban y venían, pues según cuenta mi madre, yo estaba entre la vida y la muerte por problemas del corazón”, cuenta.
Este joven, que hoy representa al país en competencias de motocross alrededor del mundo, recuerda que su madre solo podía verlo 5 minutos y luego debía salir del cuarto en el que lo tenían en observación. “No dejaban que estuviera conmigo por mis problemas. En ese momento, toda mi familia se reunió y oró por mí, pidieron un milagro por intercesión de la Virgen”, afirma.
“Me encomendaron, oraron, lloraron y rezaron el Santo Rosario, pidiendo a Dios un milagro. Tiempo después, sin ninguna explicación razonable, abrí los ojos. Cuentan que en ese momento lloré y extendí los brazos hacia mi mamá, siendo tan solo un bebé”, relata.
Hoy su familia da fe de que todo aquello sucedió gracias a la intercesión de la Virgen de los Ángeles. “Cuando las enfermeras me llegan a bañar me ven muy bien y llaman a los doctores, una en especial, no olvido el nombre, Lucrecia Villareal, fue la que nos acompañó desde que nací hasta que salí del hospital”, relata Gerald.
Aquella experiencia se tradujo en una vida siempre muy cercana a La Negrita: “Desde ese momento no soltamos nuestra devoción a la Virgen. Mi mamá es ya una adulta mayor y cuando se enferma yo sufro, pero la encomiendo a la Virgen como ella lo hizo conmigo”.
Gerald hoy da gracias a Dios y a la Virgen que puede salir y correr, va al gimnasio y hace su deporte favorito. Como anécdota, cuenta que siempre que corre en su motocicleta porta un rosario, obsequio del obispo emérito de Cartago Monseñor José Francisco Ulloa.
Su vida como servidor en la Iglesia comenzó a los 12 años siendo monaguillo. La Basílica de los Ángeles era su lugar favorito. Para él, estar cerca de La Negrita era lo mejor que le podía pasar.
La oportunidad la tomó muy en serio y siendo tan joven se planteó la meta de ayudar a la gente a través de su incorporación al grupo de guías para las actividades del 2 de agosto. “Se siente muy bonito escuchar los diferentes testimonios de intercesión de la Virgen”, cuenta
Este año, debido precisamente a una competencia de motocross en Estados Unidos, Gerald no podrá servir como guía, pero agradecerá como siempre lo hace a la Virgen con una romería que hará solo desde el Paseo Colón hasta Cartago, el 26 de julio. Asegura que la hará descalzo y rezando el Santo Rosario para agradecer todas las bondades que nuestro Señor y la Virgen la han dado en su vida. “Hoy mi corazón late más fuerte gracias a mi Madre la Virgen de los Ángeles”, concluye el joven deportista.
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