En esta comunidad parroquial, la fiesta en Honor a Cristo Rey la realizan por tradición el cuarto o último domingo del mes de enero de cada año. Destaca por los arreglos florales que engalanan las principales calles del cantón al paso de Jesús Eucaristía, Rey de Reyes y Señor por Excelencia.
A nivel nacional, es la única parroquia lleva a cabo esta celebración en esa fecha, ya que, el calendario litúrgico actual la establece para el mes de noviembre, como cierre del año litúrgico
De acuerdo con la Parroquia de San Isidro, esta “es una actividad de unión entre las personas de la comunidad que comparten sus ideas, labores e incluso el desayuno del día”.
Informa además que durante la Pandemia de COVID-19, en los años 2021 y 2022 no hubo procesión, pero en su lugar una carroza con el Santísimo Sacramento visitaba todo el cantón. Sin embargo, este año se retomó la tradición.
Esta celebración tiene lugar en el marco del Año Jubilar dedicado a San Isidro Labrador. Justamente, esta iglesia parroquial fue designada como centro de peregrinación, donde todo aquel que lo visite recibirá las gracias correspondientes, en especial la concesión de la Indulgencia plenaria, según lo estipulado para ello.
El templo de San Isidro es reconocido por su hermoso altar de mármol traído desde Carrara, Italia, en 1928. El Altar se dedicó a Cristo Rey, en honor a la festividad que recientemente había declarado el Papa Pío IX, en 1926.
Mons. Rafael Otón Castro, IV Obispo de la Diócesis de Costa Rica y I arzobispo de la Arquidiócesis de San José, realizó la ceremonia de consagración del altar, tras lo cual los isidreños celebraron a lo grande. Esto marcó el inicio de esta tradición, que cada año mantiene la alegría y la devoción.
La Parroquia detalla que “la imagen de Cristo Rey, la elaboró el escultor e imaginero costarricense Manuel Zúñiga, quien quiso aceptar el reto de crear la pieza de arte resaltando la majestuosidad y divinidad de Jesucristo, con rasgos de sumo y eterno sacerdote”.
De acuerdo con la información suministrada, el templo es de estilo neogótico y su diseño está basado en algunas características de la Catedral de Milán, en Italia. Además, está construido en ladrillo bajo las tendencias y corrientes artísticas que predominaban en aquella época.