Existen muchas diferencias individuales respecto a lo que motiva a cada persona y en la fuerza de sus motivos. Es decir, cada persona tiene sus propias motivaciones que pueden ser muy diferentes a las del resto.
También, hay personas que cuentan con mucha energía para conseguir sus metas y otras que no tienen tanta. La persistencia es otra variable que no tienen todos los seres humanos por igual.
La motivación es dinámica, está en continuo movimiento de flujo, es un estado de crecimiento y declive perpetuo. Hay días en los que se puede notar mucha energía para luchar por algo y otros en los que cuesta mucho arrancar una conducta.
Teniendo en cuenta las características tan complejas que tienen los procesos de motivación hay algunas cosas que se pueden hacer para aumentarla.
Mis profesoras de Orientación Educativa, nos hacen reflexionar sobre la importancia de la motivación para lograr nuestros proyectos de vida, de niño vendí naranjas descalzo, siempre supe que la vida era un reto que nada absolutamente nada cae del cielo, que todo se logra con esfuerzo y perseverancia, que si del cielo caen limones que sirvan para hacer limonada, como profesional en orientación Familiar, percibo que muchas personas carecen de motivación para enfrentar los retos de la vida.
¿Qué cosas puedes hacer para aumentar tu motivación?
- Desarrolla un buen plan de acción. Divide tu meta final en pequeñas submetas. Estas serán hitos que irás consiguiendo y sentirás que te acercan a tu meta final. No olvides celebrar cada uno de ellos.
- Guarda tu energía física y psíquica para emplearla en lo que realmente quieras conseguir. No la malgastes en cosas que te alejen o te distraigan de tu objetivo.
No escatimes en esfuerzos y decisiones. Esto es, si hace falta un paso determinado para alcanzar tu objetivo: hazlo. En ocasiones tenemos que dedicar tiempo, o gastar dinero, en algo a corto plazo para conseguir el objetivo a largo plazo. Míralo como una inversión no como un gasto.
- Nunca pierdas de vista tu objetivo. Cuando aparezcan inconvenientes, asúmelos como parte del proceso. Todo tiene su lado bueno y su lado malo. En el momento en el que decidiste luchar por conseguir esa meta no te importó asumir que ibas a tener que hacer cosas difíciles para obtenerla.
No gastes tiempo en quejarte, sólo te quita energías y no te soluciona nada.
- Oblígate a actuar. Habrá ocasiones en las que tengas poca energía y otras en las que tendrás que realizar tareas que no te gusten. En estos casos: autocontrol. Oblígate a hacerlo, no pienses en si tienes ganas de hacerlo o no. De hecho, no te hacen falta "tener ganas" para hacer las cosas. Todos hacemos muchas cosas a lo largo del día que no tenemos ganas de hacer y las hacemos, y una vez que las hacemos, nos damos cuenta de que no son para tanto. Primero se hacen las cosas y luego entran las ganas. Lo hago y punto, no pienso si me apetece o no.
- Aprovecha los días en los que te encuentres más alegre, optimista y con más energía para hacer las cosas que te cuestan. Es en esos momentos en los que podrás realizar una tarea difícil o podrás llamar a esa persona con la que te cuesta hablar.
- Rodéate de personas optimistas, que luchan por lo que quieren conseguir. Todo se contagia, el pesimismo y el optimismo.
- Fíjate en la parte que llevas conseguida, no en la que te queda por conseguir.
- Y, sobre todo: disfruta del camino. Porque el ser humano disfruta de la ilusión cuando lucha por las cosas, no cuando las consigue. Una vez que hayas conseguido tu meta, tendrás que buscar otra nueva para volver a ilusionarte.
Siempre tuve la dicha de tener de jefa a mujeres y de verdad que de todas aprendí a practicar la motivación pero sobre todo ponerla en práctica, trabaje en una Dirección de Comunicación, donde la directora permitía el crecimiento profesional a base de la motivación enseñándonos la importancia de poner amor al trabajo y realizarlo con el objetivo de lograr la excelencia, tuve la bendición de ser parte del equipo asesor de una Ministra de Salud, quien me enseño que uno nunca abandona sus luchas ni sus ideales, que adonde vamos debemos llevar la continuidad de nuestros proyectos, ahora que tengo cuatro años de jubilado, sigo luchando por la construcción de los determinantes de la salud mental, esa motivación me permite estar activo escribiendo sobre esos temas que considero de relevancia.
Generalmente, al hablar de motivación nos referimos a las fuerzas internas o externas que actúan sobre un individuo para disparar, dirigir o sostener una conducta. En términos técnicos, muchos autores la definen como “la raíz dinámica del comportamiento”, lo cual quiere decir que toda forma de conducta nace en algún tipo de motivo.
Dicho en términos más sencillos, la motivación es la energía psíquica que nos empuja a emprender o sostener una acción o una conducta.
- Las personas motivadas intrínsecamente tienden a ser más creativas, obtienen mayor satisfacción y rinden más a lo largo del tiempo que las personas motivadas exclusivamente de forma extrínseca.
¿Sabías qué? La motivación intrínseca comienza en la infancia. Después, las personas adultas apoyan o suprimen esta motivación en función de su enfoque parental. Un mundo sin motivación ni curiosidad sería un mundo sin progreso, desarrollo ni esperanza.
Un mundo sin motivación ni curiosidad sería un mundo sin progreso, desarrollo ni esperanza.
“La motivación es una Súper Habilidad que promueve el Aprendizaje Social y Emocional”.