El obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, quien fuera secuestrado y mantenido en arresto domiciliar por las autoridades de Nicaragua desde el 19 de agosto del año pasado, enfrentó hoy una audiencia preliminar del juicio en su contra.
Al prelado, uno de los mayores críticos de los crímenes cometidos por la dictadura de Daniel Ortega, se le acusa de “conspiración para atentar contra la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense".
El obispo emérito de Tilarán-Liberia, Mons. Vittorino Girardi, participaba del Sínodo de los Obispos, celebrado en 2005, hacía apenas unos meses el que fuera el Cardenal Joseph Ratzinger había sido nombrado como el Papa Benedicto XVI y en el ambiente había curiosidad por saber cómo era el nuevo pontífice.
Entonces, el Cardenal Joachim Meisner, un amigo cercano del recién nombrado Sucesor de Pedro, ante la consulta lo describió de esta manera: “Tiene la inteligencia de 12 teólogos juntos y el corazón de un niño”.
Este es uno de los tantos recuerdos que tiene Mons. Girardi relacionados con el Papa emérito que falleció este 31 de diciembre, con quien él compartió en diversas ocasiones. “Era -detalló- efectivamente un hombre dotado de una inteligencia superior, ante todo un hombre de fe que tuvo esa gracia. Pero también tenía esa sencillez que se traducía en una atención esmerada hacia toda persona”.
“El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre”, dice precisamente en su Encíclica Gaudium Spes. Asimismo, el obispo emérito de Tilarán-Liberia afirma que a través de sus escritos puede notar “una mirada sinóptica hacia Cristo”.