La Diócesis de Ciudad Quesada celebró hoy, 12 de diciembre, la consagración del nuevo altar y la bendición del nuevo presbiterio de la Catedral San Carlos Borromeo.
Han sido días muy duros para muchas familias de la Zona Sur, a causa de las lluvias provocadas por los efectos del Hucarán Eta. Las inundaciones han obligado a cientos de personas a buscar refugio en albergues, entre ellos, el de la Parroquia Santa Marta, en Ciudad Neily, en el cantón de Corredores, donde se mantiene la alerta roja por parte de las autoridades.
De acuerdo con Fray Pablo, el Río Corredores y el Río Seco continúan en un nivel alto, por lo que el riesgo es constante. Solo en el albergue de la Parroquia hay cerca de 50 personas, quienes resultaron damnificadas por las lluvias y el desborde de los ríos.
El fraile informó que se trata de hermanos que perdieron todas sus pertenencias y sus cosechas, detalló que hubo casas inundadas hasta el techo. La Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, en Sabalito, también ha prestado sus aulas de catequesis para recibir damnificados.
La imagen de La Negrita lució un vestidito típico en el V Día de la Novena Honor a Nuestra Señora de los Ángeles, lunes 27 de julio. De esta forma, los fieles se unieron en oración con la Diócesis de Tilarán-Liberia. La Santa Eucaristía fue presidida por Mons. Manuel Eugenio Salazar, obispo de Tilarán-Liberia.
Días antes, a través de redes sociales el prelado pidió a las personas enviarle sus intenciones para ponerlas los pies de Nuestra Señora de los Ángeles, por esa razón colocó un cofrecito lleno de papelitos en el altar.
Monseñor hizo una petición especial por la sanación y recuperación de una niña de 5 años, vecina de Tilarán.
Durante la homilía, Mons. Salazar agradeció al Obispo de Cartago, Mons. Mario Quirós, y al rector del Santuario Nacional, Pbro. Francisco Arias, por dar su permiso para vestir a la imagen con el vestido típico guanacasteco.
Con motivo del Día de la Vida antes de nacer lamentó las iniciativas a favor del aborto en la actualidad, describió esto como un “suicidio nacional” que incluso traerá consecuencias a nivel demográfico.
Y también oró por la situación de salud mental que enfrentan muchas personas a causa de la situación de pandemia. Pidió por la sanación espiritual y psicológica de los habitantes.
En referencia al cierre continuo de los templos mientras otros lugares comerciales permanecen abiertos, el obispo exclamó: “La fe bien llevada no promueve el coronavirus, más bien combate el coronavirus, la depresión, la angustia, la tristeza. Un pueblo fuerte espiritualmente vence la pandemia”.
Y agregó: “Muy respetuosamente he dicho a las autoridades que abrieron tarde los templos. No había necesidad de tenerlos cerrados tanto tiempo. El pueblo necesita espiritualidad, no solo la Eucaristía sino rezar, visitar el Santísimo Sacramento… con todas las medidas sanitarias habidas y por haber.